Un total de cuarenta y cinco personas han fallecido en un trágico accidente en Sudáfrica, luego de que el autobús en el que viajaban cayera unos 50 metros (165 pies) desde un puente hasta un barranco, según las autoridades.
Una niña de ocho años, la única sobreviviente, fue llevada al hospital con heridas graves.
El autobús se estrelló contra una barrera y se incendió al impactar contra el suelo en la provincia nororiental de Limpopo.
Los pasajeros eran peregrinos que viajaban desde la capital de Botsuana, Gaborone, hacia un servicio de Pascua en la ciudad de Moria.
El vehículo perdió el control y cayó de un puente en el paso de montaña Mmamatlakala entre Mokopane y Marken, aproximadamente 300 km al norte de Johannesburgo, según la emisora pública sudafricana SABC.
Las operaciones de rescate se extendieron hasta tarde la noche del jueves, con algunas de las víctimas reportadas como difíciles de alcanzar entre los escombros.
La Ministra de Transporte, Sindisiwe Chikunga, quien se dirigió al lugar del incidente, extendió sus “condolencias más sinceras a las familias afectadas por el trágico accidente de autobús”.
Dijo que el gobierno sudafricano ayudaría a repatriar los cuerpos y realizaría una investigación completa sobre la causa del accidente.
“Nuestros pensamientos y oraciones están con ustedes en este momento difícil”, agregó. “Continuamos instando a una conducción responsable en todo momento, con una alerta máxima ya que más personas están en nuestras carreteras este fin de semana de Pascua”.
Sudáfrica tiene un precario historial de seguridad vial.
En un mensaje de Pascua lanzado más temprano en el día, el Presidente Cyril Ramaphosa instó a los ciudadanos a “hacer todo lo posible para que esta sea una Pascua segura”.
No debería ser “un momento en el que nos sentemos y esperemos ver estadísticas de tragedias o lesiones en nuestras carreteras”, añadió.