Los países de Níger, Malí y Burkina Faso dicen que formarán una fuerza conjunta para combatir las amenazas yihadistas en sus países.
El jefe del ejército de Níger, Moussa Salaou Barmou, anunció que estaría operativa lo antes posible, sin dar detalles sobre su tamaño.
Habló en un discurso televisado el miércoles tras conversaciones en la capital Niamey.
Grupos vinculados tanto al Estado Islámico como a Al-Qaeda han matado a miles de personas en la región en el último año.
Los regímenes militares de los tres países se han convertido en aliados cada vez más cercanos en los últimos meses.
El pasado septiembre, formaron un pacto de defensa mutua conocido como la Alianza de los Estados del Sahel (AES), retirándose de una fuerza internacional, G5, que se creó para combatir a los islamistas en la región.
La violencia en la región del Sahel de África Occidental ha empeorado en los últimos años a pesar de las promesas de los regímenes militares de lidiar con el conflicto de una década con grupos yihadistas.
Los tres países han cortado sus lazos con Francia, la antigua potencia colonial, que durante años tuvo una fuerte presencia militar en todo el Sahel.
Una misión de mantenimiento de la paz de la ONU en Mali, Minusma, que había estado presente durante más de una década, también recibió la orden por parte de los líderes del país de retirarse “sin demora”, y completó la salida en diciembre.
Los regímenes militares han fortalecido los lazos con Rusia, que ha entrado a ocupar el vacío.
También anunciaron que abandonaban la organización económica del bloque de África Occidental, Ecowas.
Ya habían sido suspendidos del bloque, que ha estado instando a los regímenes militares a asegurar un rápido retorno al gobierno democrático y les ha impuesto sanciones de viaje y económicas.
Algunas de las sanciones fueron levantadas o aliviadas el mes pasado mientras Ecowas abogaba por el diálogo.
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