Por Nidal al-Mughrabi y Ari Rabinovitch
EL CAIRO/JERUSALÉN (Reuters) – El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo el domingo que continuaría con la campaña militar contra Hamas en Gaza, donde las agencias de ayuda humanitaria advierten que se acerca la hambruna, mientras que las conversaciones de alto al fuego estaban programadas para reanudarse.
Netanyahu dijo durante una reunión de gabinete que Israel avanzaría hacia Rafah, el último lugar relativamente seguro en el pequeño y abarrotado enclave de Gaza después de más de cinco meses de guerra, a pesar de la presión internacional para que Israel evite las bajas civiles.
“Vamos a operar en Rafah. Esto llevará varias semanas, y sucederá”, dijo, sin aclarar si se refería a que el asalto duraría semanas o comenzaría en semanas.
Más tarde dijo después de reunirse con el canciller alemán Olaf Scholz en Jerusalén que Israel no dejaría atrapados a civiles en Rafah cuando sus fuerzas inicien su asalto.
Los aliados de Israel han presionado a Netanyahu para que no ataque Rafah, donde más de un millón de personas desplazadas de otras partes del devastado enclave han buscado refugio, sin un plan para proteger a los civiles.
En una conferencia de prensa conjunta, Scholz dijo que había hablado con Netanyahu sobre la necesidad de proporcionar ayuda humanitaria integral a la gente de Gaza.
“No podemos quedarnos sin hacer nada mientras los palestinos corren el riesgo de morir de hambre,” dijo Scholz, ecoando un llamado de la Presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que visitaba Egipto vecino al mismo tiempo, para un acuerdo de alto al fuego y más ayuda para Gaza.