La realidad es que el enfoque militar de Estados Unidos ya ha estado cambiando hacia el este, a la región del Indo-Pacífico y el aumento de China. El Pentágono identifica a China como su mayor desafío de seguridad. China ahora tiene una armada más grande que la de EE.UU. Está construyendo una flota del tamaño de toda la Armada Real cada dos años. Los marineros y pilotos a bordo del portaviones reconocen que también hay un giro al este. El Comandante Bernie Lutz ha pasado gran parte de su carrera naval volando F-18s desde un portaviones de EE.UU. en el Pacífico y Medio Oriente. Reconoce por qué están navegando ahora en aguas europeas. “Hay mucho en juego”, dice. Pero agrega, “Creo que el teatro del Pacífico es el objetivo más importante a largo plazo”. Al igual que el resto de la tripulación de 5,000 hombres del portaviones, aún no se les ha dicho hacia dónde navegarán a continuación, pero se ha informado ampliamente que el USS Harry S Truman pronto se dirigirá hacia el Medio Oriente. Esa región, también, seguirá siendo un desafío para quien sea el próximo presidente. El Capitán Dave Snowden dice que está dispuesto a llevar la bandera de la desescalada o la disuasión o incluso navegar hacia el peligro, donde sea que se envíe al portaviones. Pero la falta de un debate serio sobre política exterior en las elecciones refleja una renuencia a involucrarse directamente en más guerras. Estados Unidos seguirá siendo la potencia militar más predominante del mundo. La pregunta es, ¿cómo la próxima presidenta la usará?
