El minorista de alimentos del Reino Unido M&S está buscando en todas las direcciones posibles para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y alcanzar sus ambiciosos objetivos de cero emisiones netas. ¿Su último objetivo? La tan cuestionada vaca lechera flatulenta.
El minorista anunció una iniciativa de £1 millón ($1.3 millones) para trabajar con sus 40 granjeros lecheros asociados para cambiar la dieta de sus vacas productoras de leche.
Se espera que el cambio reduzca la cantidad de metano producido en el estómago de las vacas durante la digestión, que luego se emite al aire a través de los gases y eructos.
Se espera que el esquema de M&S evite que 11,000 toneladas de gases de efecto invernadero escapen a la atmósfera cada año, lo que representaría una disminución del 8.4% en la huella de carbono de la leche fresca del minorista.
“Hablo mucho sobre la ‘magia de M&S’ —y una parte clave de esto es nuestro compromiso con la innovación”, dijo el CEO de M&S, Stuart Machin, en un comunicado. “Está en nuestro ADN y, junto con nuestro modelo único de marca propia y nuestras asociaciones a largo plazo con proveedores, es cómo entregamos la calidad y la confianza que nuestros clientes esperan de nosotros.”
M&S tiene como objetivo convertirse en carbono neutral en toda su cadena de suministro para el 2040. Junto con su anuncio sobre el metano, el grupo insinuó la implementación de un sistema para utilizar inteligencia artificial para predecir el calentamiento, la ventilación y el aire acondicionado óptimos en sus tiendas en cualquier momento.
Vacas flatulentas
Desde hace mucho tiempo los científicos han entendido la amenaza que las vacas representan para el clima. El ganado, principalmente el ganado vacuno, es responsable de entre el 11% y el 17% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, según el análisis del Instituto Breakthrough.
El metano retiene mucho más calor que el dióxido de carbono más comúnmente discutido, por lo que es una prioridad importante para los científicos en la lucha contra el cambio climático.
Las emisiones globales de metano tuvieron su cuarto aumento anual más alto en 2022, con Stephen Porder, profesor de ecología y vicerrector de sostenibilidad en la Universidad de Brown, diciendo que las vacas eran las principales culpables.
La ex primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, propuso un impuesto conocido como “fart tax” a los animales en 2022, pero se enfrentó a una feroz oposición por parte de los granjeros.
Además del metano emitido por las vacas cuando eructan y peuden, los animales son increíblemente intensivos en recursos.
Sin embargo, la demanda sostenida de carne roja significa que los científicos están buscando innovar para reducir la cantidad de dióxido de carbono emitida por las vacas, en lugar de tomar medidas para reducir la cantidad de vacas en el proceso agrícola.
Este problema ha llamado la atención del cofundador de Microsoft, Bill Gates.
El multimillonario participó en la ronda de financiación inicial de $12 millones de Breakthrough Energy el año pasado. El grupo diseña un suplemento de algas marinas para el ganado que ayuda a reducir su emisión de metano.
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