“No estamos tratando esto como una crisis de energía, sino como una crisis de seguridad, inducida por Rusia para desestabilizar Moldavia tanto económicamente como socialmente”, dijo Olga Rosca, asesora de política exterior del presidente de Moldavia, a la BBC.
“Esto claramente es una operación de moldeo antes de las elecciones parlamentarias de 2025, para crear demanda de un regreso de fuerzas prorrusas al poder.”
Las relaciones entre Moldavia y Moscú están tensas.
Una vez parte de la URSS, el país ha comenzado conversaciones para unirse a la UE y se ha alejado aún más de Rusia desde su invasión a gran escala de Ucrania.
La presidenta Maia Sandu fue reelegida el año pasado a pesar de evidencia de una masiva campaña en su contra liderada desde Moscú.