La búsqueda de la longevidad ha alcanzado nuevas alturas de la mano del empresario tecnológico millonario Bryan Johnson, quien está a la vanguardia del movimiento en busca de nuevas formas de revertir el envejecimiento, extender la esperanza de vida saludable y vivir hasta los 150 años.
Pero el último experimento de Johnson salió terriblemente mal.
Johnson publicó en su Instagram el 14 de noviembre una impactante imagen en primer plano de su rostro hinchado y rojo, después de un intento de inyectar grasa de un “donante” en su rostro para obtener un aspecto más juvenil.
La idea surgió a raíz de la pérdida de peso de Johnson debido a su estricta dieta de 1,950 calorías.
“Me puse muy delgado y perdí mucha grasa, especialmente en la cara. Mis biomarcadores estaban mejorando, pero lucía demacrado”, escribió Johnson en su publicación. “La gente pensaba que estaba al borde de la muerte”.
Eso fue lo que lo llevó a iniciar lo que llamó “Proyecto Rostro de Bebé”, un intento de devolver la juventud a su rostro.
“La grasa facial, descubrimos, es bastante importante para cómo la gente percibe la juventud”, escribió Johnson. “No importaba lo buenos que fueran mis biomarcadores si no tenía grasa en la cara”.
Johnson dice que no tenía suficiente grasa en su propio cuerpo para inyectar en su rostro, de ahí la necesidad de un donante. Sin embargo, su cuerpo rechazó rápidamente la grasa.
“Inmediatamente después de las inyecciones, mi rostro comenzó a expandirse. Y luego empeoró, y empeoró, y empeoró hasta que ni siquiera podía ver”, dice la publicación de Johnson. “Fue una reacción alérgica grave”.
Eso complicó sus planes para el resto del día. Con el rostro hinchado, Johnson asistió 30 minutos más tarde a su reunión programada con un reportero de Bloomberg, advirtiéndole que “podría no reconocer” a Johnson.
Siete días después, el rostro de Johnson volvió a la normalidad, según dice. “Y volvimos a la tarea de reformular planes para nuestro próximo intento”, escribió.
Los esfuerzos de longevidad de Johnson bajo su Proyecto Blueprint han incluido recibir transfusiones de sangre de su hijo adolescente, con la idea de que este procedimiento de “sangre joven” (que no está aprobado por la FDA) ayudará a revertir el envejecimiento, seguir una estricta dieta que incluye una serie de suplementos con la marca Blueprint, y someterse a inyecciones regulares de terapia génica.
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