Varias miles de serbobosnios protestaron el jueves en Banja Luka en contra de una potencial resolución de la ONU para declarar el 11 de julio como un día internacional para recordar el genocidio de Srebrenica.
Junto a una enorme bandera serbia desplegada en las calles de la ciudad, miles de personas respondieron al llamamiento del líder separatista serbobosnio Milorad Dodik.
“No queremos vivir con ustedes, quienes quieren decirle al pueblo serbio que son genocidas”, dijo a la multitud.
Las fuerzas serbobosnias capturaron Srebrenica – un enclave protegido por la ONU en ese momento – el 11 de julio de 1995, unos meses antes de que terminara la guerra interétnica de Bosnia.
En los días siguientes, sumariamente mataron a unos 8,000 hombres y niños bosniomusulmanes de la ciudad oriental.
Los restos de la mayoría de las víctimas fueron encontrados más tarde en fosas comunes en el este de Bosnia, donde los perpetradores los trasladaron desde los sitios de entierro originales para encubrir el crimen.
La peor atrocidad individual de Europa desde la Segunda Guerra Mundial fue calificada como genocidio por la justicia internacional.
Según un proyecto de resolución preparado por Alemania y Ruanda, y visto por AFP, a partir del próximo año, que será el 30º aniversario de la masacre, el 11 de julio se convertiría en el “Día Internacional del Recuerdo del Genocidio de Srebrenica”.
– ‘Imponer responsabilidad histórica’ –
Dodik, quien ha negado repetidamente que la masacre de Srebrenica fue un genocidio, calificó la resolución como inaceptable.
“Lamento cada víctima”, pero “es una mentira que 8,000 personas fueran asesinadas en siete días”, dijo el jueves a la radio RTRS.
“Quieren imponer responsabilidad histórica a los serbios”, agregó, esperando “más de 40,000 personas” en la protesta.
“Quienes llevaron a cabo genocidio contra nuestro pueblo y otros en Europa quieren ponernos una etiqueta que les pertenece a ellos”, dijo Dodik en un video con retórica nacionalista llamando a la protesta.
En 2007, Dodik, quien había sido un favorito de Occidente a finales de la década de 1990, dijo que sabía “perfectamente bien” que la masacre fue un “genocidio”.
Una década después, declaró “con plena conciencia” que “no hubo genocidio en Srebrenica”.
Dodik, un cercano aliado del presidente ruso Vladimir Putin, rinde regularmente homenaje al líder serbobosnio durante la guerra, Radovan Karadzic, y su jefe de guerra Ratko Mladic.
Ambos fueron condenados a cadena perpetua por un tribunal de la ONU por crímenes de guerra durante el conflicto de Bosnia de 1992-1995, especialmente por su papel en Srebrenica.