Varios miles de personas se manifestaron en Tel Aviv el sábado por la noche a favor de una solución negociada para la liberación de rehenes israelíes retenidos por el grupo islamista radical Hamas.
También hubo duras críticas al primer ministro israelí Benjamin Netanyahu y llamamientos a nuevas elecciones.
Los manifestantes sostenían pancartas y carteles que rezaban “Negociar ahora, renunciar después”.
El padre de uno de los rehenes israelíes criticó que la supervivencia del gobierno parecía más importante que la de los rehenes. Pidió al gobierno que aceptara un alto el fuego a cambio de la liberación de los rehenes.
La radiodifusora israelí Kan, citando a un representante del gobierno, informó que Israel no enviará un equipo a las negociaciones en El Cairo por el momento.
Israel solo enviará una delegación a Egipto una vez que Hamas haya respondido a la propuesta de acuerdo, según el informe.
“Netanyahu una vez más está tratando de torpedear la única oportunidad que tenemos de salvar a los rehenes”, dijo un comunicado de los familiares de los rehenes.
Una ofensiva israelí en la ciudad de Rafah, en el sur de la Franja de Gaza, sería una “sentencia de muerte” para los rehenes, enfatizó el hermano de un hombre retenido en Gaza.
Netanyahu no podría seguir siendo primer ministro “con la sangre de 132 rehenes en sus manos”.
El líder de la oposición Yair Lapid dijo que el gobierno debería enviar un equipo negociador a El Cairo esa misma noche “y decirles que no regresen sin un acuerdo”.
Familiares de rehenes y sus partidarios ondean banderas durante una protesta instando al gobierno a firmar un acuerdo de alto el fuego con Hamas. Ilia Yefimovich/dpa