(Bloomberg) — El Presidente de Argentina, Javier Milei, ha extendido una rama de olivo al brasileño Luiz Inacio Lula da Silva, a quien ha llamado repetidamente “comunista”, al proponer un encuentro para descongelar las relaciones de alto nivel entre los países vecinos.
En un viaje a Brasilia y Sao Paulo esta semana, la Ministra de Relaciones Exteriores, Diana Mondino, entregó personalmente una carta al equipo de Lula con la invitación, la cual no establece fecha ni lugar para la reunión informal, según funcionarios de ambos gobiernos familiarizados con el texto. Lula espera a que la reunión suceda de forma natural, agregó el funcionario brasileño. Ambos solicitaron anonimato al revelar el contenido de la carta.
Antes de asumir el cargo en diciembre, Milei había puesto en duda si Argentina mantendría relaciones con su mayor socio comercial después de llamar a Lula un “comunista con el que no negociaría”. El líder brasileño decidió entonces ignorar a Milei, no asistiendo a su inauguración en diciembre y esperando claridad sobre el plan del nuevo gobierno para tratar con Brasil.
Aunque los presidentes nunca se han conocido, las relaciones comerciales entre las dos mayores economías de América del Sur han continuado como de costumbre. Gran parte de ello se debe al trabajo de Mondino, quien fue enviada a Brasilia incluso antes de la inauguración de Milei para aliviar las tensiones causadas por su retórica ardiente. Desde entonces, ha asegurado que Argentina no solo quiere mantener los lazos comerciales con Brasil, sino profundizarlos.
Lula y Milei representan modelos económicos radicalmente diferentes y no han rehuido las críticas mutuas. Mientras Milei, autodenominado anarcocapitalista, ha prometido privatizar empresas públicas y despedir a decenas de miles de empleados estatales, Lula ha buscado aumentar el gasto público y revitalizar empresas estatales.
Para ser sinceros, Lula ha expresado su disposición a superar sus diferencias, diciendo que no necesita ser “amigo” de otros presidentes para trabajar con ellos. Los dos se reunirán en la cumbre del Grupo de los 20 en Río de Janeiro más adelante este año, donde Lula será el anfitrión.
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