El candidato republicano al Senado, Dave McCormick, está enfrentando a su oponente demócrata y tocando las fibras del corazón de Pennsylvania en un nuevo anuncio de campaña que muestra el impacto del fentanilo, y las políticas de fronteras abiertas que permiten que fluya libremente, en familias americanas.
En el anuncio de 30 segundos, el Sheriff del Condado de Blair, Jim Ott, habla solemnemente ante la cámara, compartiendo su experiencia con el fentanilo, no solo como oficial de la ley, sino también como un padre en duelo.
“Lamentablemente, tres adolescentes mueren por fentanilo todos los días. Como sheriff, lo veo. Como padre, me pasó a mí”, dijo Ott, mientras un piano sonaba suavemente en el fondo.
Entonces llega el ataque.
“Si la frontera estuviera segura, es probable que mi hijo estuviera vivo hoy”, continuó Ott.
“No podemos traer de vuelta a las personas que hemos perdido. Pero podemos deshacernos de políticos débiles como Bob Casey que permiten que esto suceda”.
El fentanilo mató a 4,000 personas en Pennsylvania el año pasado, y la campaña de McCormick espera atribuir la epidemia de drogas y su número de muertes a Casey, un titular de tres mandatos que lidera en las encuestas.
La inmigración ilegal récord en la frontera entre Estados Unidos y México bajo la administración de Biden ha alimentado el mensaje del GOP, que destaca el papel de la seguridad fronteriza laxa como culpable de las muertes por fentanilo.
El anuncio de Ott es el último disparo en la carrera entre Casey y McCormick, una batalla reñida en un importante estado indeciso donde se prevé que el gasto en publicidad romperá récords en este ciclo.