CIUDAD DE MÉXICO (AP) — Los dioses deben de estar enojados — o simplemente riéndose de la arrogancia de la humanidad.
Las autoridades en México han impuesto una orden de “cierre” en una estatua acuática de 10 pies de altura (3 metros) del dios griego del mar Poseidón que fue erigida en mayo en el Golfo de México, justo frente al pueblo de Progreso, Yucatán.
La agencia de protección ambiental de México dijo el jueves pasado que la estatua, que parece mostrar a un enfadado Poseidón de tres dientes “surgiendo” del mar a pocos metros de la playa, carecía de permisos. En los pocos meses que estuvo en pie, los turistas se habían reunido para tomarse fotos con ella como un impresionante fondo.
Pero de manera simbólica fue “cerrada” el jueves — y podría ser retirada por completo — luego de que un grupo de abogados activistas presentara una denuncia legal alegando que la estatua del griego ofendía las creencias de los grupos indígenas mayas locales que prefieren a su propio dios local del agua, conocido como Chaac.
Siempre ha sido peligroso para los humanos involucrarse en batallas entre deidades. Pero esta parece ser una cuestión totalmente de la humanidad de hoy en día, combinando el “cancel culture,” las tormentas en las redes sociales, demandas y la única fuerza verdaderamente temible y abrumadora en el mundo actual: el turismo impulsado por selfies de Instagram.
Fieles a la forma, los usuarios de redes sociales en México recurrieron, bueno, a las redes sociales, para celebrar la decisión, con al menos una docena publicando eslóganes como “Chaac Uno, Poseidón Cero.”
Hay argumentos en ambos lados.
“Poseidón es un dios griego ajeno a nuestra cultura maya,” según la denuncia legal presentada recientemente contra la estatua. “Tengo un derecho humano para que mi cultura maya sea preservada.” El grupo de abogados que presentó la denuncia no respondió de inmediato a las solicitudes de comentario.
La denuncia también menciona la supuesta falta de permisos.
Técnicamente, según la ley mexicana, cualquier proyecto de construcción que pueda alterar el ecosistema debe presentar informes de impacto y obtener aprobación, aunque el gobierno habitualmente viola sus propias reglas y a menudo coloca las temidas pegatinas de “cierre” en proyectos privados mucho después de que el daño ya está hecho.
La oficina de protección ambiental dijo que la estatua de Poseidón fue erigida por el gobierno municipal de Progreso sin estudios de impacto ambiental. La oficina dijo que “continuará el proceso administrativo (sobre la estatua) para determinar las acciones apropiadas.”
Pero el gobierno federal, poco conocido por su preocupación por el medio ambiente, parece estar respondiendo más a grupos de presión.
Los críticos de la estatua mencionan una serie de tormentas recientes en el Golfo — la Tormenta Tropical Alberto en junio y el Huracán Beryl esta semana — como prueba de que Chaac, una deidad con colmillos y nariz gancho que no es tan amigable en Instagram como Poseidón, está enojado.
Los defensores de la estatua — que muestra impresionantemente el cuerpo de Poseidón emergiendo poderosamente de un tramo de agua relativamente tranquila cerca de la playa — también tienen sus argumentos, aunque podrían no mantenerse tan bien en juicio: es bonito, y es bueno para los negocios.
“Es una atracción para nuestro pueblo y llama la atención,” dijo Lizeth Alvarado Juárez, de 28 años, empleada en un hotel en Progreso. “Hay personas que vienen de Mérida (la capital del estado) solo para ver al Poseidón.”
Las batallas entre los dioses simplemente ya no son lo que eran antes. “Todo se trata de los memes,” dijo Alvarado Juárez.
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