Como periodista con experiencia que he vivido en seis países diferentes, incluido Japón, mi país de origen, durante la mayor parte de mi vida, puedo decir que mi hogar durante los últimos 15 años ha sido Ginebra, Suiza.
Cuando mi entonces esposo y yo decidimos mudarnos aquí, a su ciudad natal, nuestro primer hijo tenía apenas 10 meses. Queríamos un cambio del ajetreo de Nueva York y Londres, donde habíamos trabajado largas horas como banqueros de inversión.
La crianza de una familia aquí ha sido una bendición tremenda. Ahora mi ex y yo compartimos la crianza de dos adolescentes. Su casa está a solo cinco minutos a pie de la mía. Ginebra es diferente a cualquier otro lugar donde haya vivido, y he encontrado algo que realmente funciona para mí.
Un vistazo a nuestro apartamento en Ginebra
Una de las primeras cosas que noté sobre este apartamento fue su encanto tradicional y los techos decorados de forma ornamentada.
Tengo un recibidor espacioso y dos baños ubicados cerca del vestíbulo. Un baño tiene una bañera, mientras que el otro está equipado con una ducha y una lavadora-secadora.
Uno de nuestros dos baños.
Foto: Shizuka McNeill
A la derecha de la entrada está la cocina, donde pasamos la mayor parte de nuestro tiempo. Mi hija es una apasionada repostera y mi hijo es un incansable catador. Las paredes están adornadas con las obras de arte de su infancia.
La cocina es un centro de actividad para mí y mis dos hijos.
Foto: Shizuka McNeill
Las viviendas en Europa generalmente no tienen tanto espacio de almacenamiento como las de Estados Unidos. No tenemos armarios empotrados, así que nos hemos ingeniado con armarios en la entrada y cajones en las habitaciones de los niños.
Contamos con tres habitaciones. La mía también funciona como mi oficina en casa. Mi empresa AVoyage ayuda a las mujeres a abogar por sí mismas financieramente: la lancé en 2022 después de consultar durante varios años.
Un espacio tranquilo para trabajar y descansar.
Foto: Shizuka McNeill
Hay unas vistas estupendas desde el apartamento, incluida la catedral de San Pedro y la escuela secundaria pública más antigua de la región, a la que asiste actualmente mi hijo. También se puede ver el Jet d’Eau, la gran fuente de agua en el lago Ginebra.
El coste de vida en Ginebra
Nuestro contrato de arrendamiento es a largo plazo y cualquier aumento del alquiler está vinculado a un índice basado en la inflación. No hemos experimentado un aumento del alquiler en los últimos 15 años, principalmente porque aquí no ha habido una inflación significativa.
Cuando firmamos el contrato por primera vez, el depósito de garantía se fijó en el valor de tres meses de alquiler. Mis gastos mensuales incluyen $6,970 por el alquiler, $384 por estacionamiento, $1,452 por seguro de salud, $578 por calefacción y $266 por internet y teléfono.
Un rincón acogedor para ver la televisión y relajarse.
Foto: Shizuka McNeill
Aunque el sistema de educación pública aquí es excelente, los niños no tienen clases los miércoles por la tarde, por lo que los servicios de cuidado infantil pueden ser costosos.
A pesar de que la vida en general puede resultar costosa, para mí vale la pena. El alto coste de vida se equilibra con el compromiso de Ginebra con una alta calidad de vida para sus ciudadanos. La ciudad tiene regulaciones estrictas para la protección del medio ambiente, la seguridad alimentaria y los estándares de atención sanitaria. El salario mínimo es de $27 por hora.
Suiza se sitúa consistentemente como uno de los países más seguros del mundo.
Personalmente, he encontrado el sistema de atención médica de Ginebra excepcional. Cuando fui diagnosticada con cáncer en 2018, pude someterme a una cirugía en un plazo de nueve días. Recibí una excelente atención personalizada por parte de un equipo de médicos altamente calificados y atentos durante un momento muy aterrador. Gracias en parte a esta respuesta rápida y efectiva, aún estoy en remisión seis años después.
Me siento completamente a gusto con mis vecinos, algunos de los cuales han vivido aquí durante 50 años. Formar parte de esta comunidad me da mucha alegría.
Amo el vecindario
Ginebra es muy accesible. Cuando necesito hacer tareas y recados en la ciudad, todo lo que necesito, desde el supermercado hasta la oficina de correos, está centralizado.
En Londres, una tarea me llevaría medio día. En Ginebra, puedo hacer seis o siete en ese tiempo.
Estamos rodeados de encantadoras panaderías, deliciosas heladerías, un estudio de yoga, boutiques elegantes, acogedores cafés y restaurantes acogedores. El tranquilo lago Ginebra está a menos de una milla de nuestro lugar y a menudo voy allí para hacer footing, pasear o incluso hacer wakeboard.
Una de mis panaderías favoritas del barrio.
Foto: Shizuka McNeill
Ginebra es un centro para organizaciones como las Naciones Unidas, la Organización Mundial de la Salud, el Foro Económico Mundial y la Cruz Roja. La ciudad atrae a diplomáticos y expatriados de todo el mundo. Al caminar por las calles aquí, escucharás a personas hablando una variedad de idiomas.
Mis hijos crecieron hablando francés, inglés, alemán y japonés. (Incluso con la fuerte presencia internacional aquí, para integrarse plenamente en la comunidad, hay que estar dispuesto a aprender algo de francés.
Ginebra tiene una maravillosa cultura de cafeterías, con muchos lugares para disfrutar de una comida y observar a la gente.
Foto: Shizuka McNeill
Me encanta que podamos viajar a tantos lugares, ya que el aeropuerto internacional está a menos de media hora del centro de la ciudad. Un inconveniente es la falta de vuelos directos a algunas áreas de Estados Unidos. Esas escalas a veces hacen que mi familia en Japón parezca aún más lejos.
La ventaja de nuestra ubicación es que a solo 30 minutos en coche en cualquier dirección desde Ginebra te adentras en un impresionante paisaje alpino perfecto para hacer senderismo y esquiar. En coche, podemos visitar Francia, Italia, Alemania y Austria con facilidad.
Una vez que mis hijos sean adultos, espero pasar más tiempo en Estados Unidos y Japón, pero mi hogar siempre estará en Ginebra.
Shizuka McNeill es una especialista en finanzas con sede en Ginebra y fundadora de AVoyage Financial Literacy. Shizuka es una oradora experimentada, inversora y devota madre de dos adolescentes. Su objetivo es empoderar financieramente a las mujeres en todo el mundo.
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