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Por Harold Isaac
(Reuters) – Alrededor de 180 personas fueron asesinadas durante el fin de semana en la zona de Cite Soleil en Haití, según informó la oficina del primer ministro de Haití el lunes, después de ataques que una ONG dijo fueron ordenados por un líder de pandillas que sospechaba que su hijo había sido enfermado mediante brujería.
“Se ha cruzado una línea roja”, dijo la oficina en un comunicado, añadiendo que “movilizará todas las fuerzas para rastrear y aniquilar” a los responsables, incluido el líder de la pandilla Wharf Jeremie, Monel “Mikano” Felix, a quien acusó de planificar el ataque.
Dijo que las víctimas eran en su mayoría ancianos.
La Red Nacional de Defensa de los Derechos Humanos (RNDDH), una ONG en Haití que monitorea las instituciones estatales y promueve la educación en derechos humanos, dijo el domingo que al menos 110 personas – todas mayores de 60 años – habían sido asesinadas en Cite Soleil durante el fin de semana.
Más tarde dijo que el número de muertos podría ser mayor y citó a testigos que dijeron que “cuerpos mutilados fueron quemados en las calles, incluyendo varios jóvenes que fueron asesinados intentando salvar a los residentes.”
La RNDDH dijo que Felix había ordenado la violencia después de que su hijo se enfermara, y después de buscar consejo de un sacerdote vudú que acusó a personas mayores en la zona de dañar al niño mediante brujería. El grupo dijo que el hijo de Felix había fallecido el sábado por la tarde.
Reuters no pudo verificar de forma independiente los eventos descritos por la RNDDH. Felix no comentó de inmediato sobre las acusaciones.
Cite Soleil, un barrio muy poblado cerca del puerto de la capital Port-au-Prince, se encuentra entre las zonas más pobres y violentas de Haití.
El estricto control de las pandillas, incluida la restricción del uso de teléfonos móviles, ha limitado la capacidad de los residentes para compartir información sobre la masacre.
El gobierno, sacudido por luchas políticas, ha tenido dificultades para contener el creciente poder de las pandillas en y alrededor de la capital. Se acusa a los grupos armados de asesinatos indiscriminados, violaciones colectivas, secuestros por rescate y de alimentar graves escaseces de alimentos.
En octubre, la pandilla Gran Grif se atribuyó la responsabilidad del asesinato de al menos 115 personas en Pont-Sonde, un pueblo en la región Artibonite, el granero de Haití. Dijeron que era represalia por los residentes ayudar a un grupo de autodefensa a obstaculizar sus operaciones de peaje en la carretera.
Una misión de seguridad respaldada por la ONU – solicitada por Haití en 2022 y aprobada un año después – hasta ahora solo se ha desplegado parcialmente y sigue profundamente subfinanciada.
Los líderes haitianos han pedido que la misión se convierta en una fuerza de mantenimiento de la paz de la ONU para garantizar que esté mejor abastecida, pero el plan se estancó por la oposición de China y Rusia en el Consejo de Seguridad.
Stephane Dujarric, portavoz del Secretario General de la ONU, dijo que el recuento de muertes del fin de semana fue de al menos 184, incluidas 127 personas mayores.
“El Secretario General reitera su urgente llamado a los Estados miembros para que proporcionen a la misión de apoyo de seguridad multinacional el apoyo financiero y logístico necesario para asistir con éxito a la Policía Nacional Haitiana”, dijo.
Dujarric también llamó a acelerar la transición política en Haití. El gobierno de transición de Haití ha dicho que planea celebrar las elecciones tan esperadas en 2025, siempre que haya suficiente seguridad para una votación libre y justa.
La situación de seguridad, sin embargo, ha seguido deteriorándose y muchos países aún no han cumplido con las promesas de apoyo.
Volker Turk, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, también habló sobre Cite Soleil.
“Estos últimos asesinatos elevan la cifra de muertes solo este año en Haití a asombrosas 5,000 personas”, dijo.
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