Setenta y siete Nobel Laureates firmaron una carta instando al Senado a oponerse a la confirmación de Robert F. Kennedy Jr. para liderar el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS), informó The New York Times el lunes.
En la carta, los 77 premios Nobel en medicina, química, física y economía dijeron que tienen preocupaciones sobre la falta de “experiencia relevante” de Kennedy y sobre algunas de las posiciones públicas que ha tomado.
“Además de su falta de credenciales o experiencia relevante en medicina, ciencia, salud pública o administración, el Sr. Kennedy ha sido un oponente de muchas vacunas que protegen la salud y salvan vidas, como las que previenen el sarampión y la polio; crítico de los efectos positivos bien establecidos de la fluoración del agua potable; promotor de teorías conspirativas sobre tratamientos muy exitosos para el SIDA y otras enfermedades; y un crítico beligerante de agencias respetadas (especialmente la Administración de Alimentos y Medicamentos, los Centros para el Control de Enfermedades y los Institutos Nacionales de Salud)”, decía la carta.
“El líder de DHHS debería seguir nutriendo y mejorando, no amenazar, a estas importantes y altamente respetadas instituciones y a sus empleados”, continuaba la carta.
La nominación de Kennedy por parte del presidente electo Trump ha suscitado preocupación entre algunos demócratas y figuras de la salud pública, quienes dicen que les preocupa que Kennedy pueda interferir con agencias gubernamentales clave, amplificar la duda sobre las vacunas y dirigir el financiamiento de la agencia para favorecer sus puntos de vista preferidos.
Si es confirmado, Kennedy lideraría el departamento que supervisa 13 agencias diferentes, tiene un presupuesto de casi $2 billones y administra programas federales de salud, incluyendo Medicare, Medicaid y la Ley de Cuidado de Salud Asequible. El HHS y sus subagencias son responsables de responder a enfermedades y amenazas a la salud pública como el COVID-19 y la gripe aviar, así como de aprobar nuevos medicamentos, incluidas las vacunas.
Kennedy es el fundador de uno de los grupos anti-vacunas más prominentes del país y ha promocionado la afirmación desacreditada de que las vacunas infantiles causan autismo. También dijo recientemente que quiere eliminar el flúor del suministro de agua potable del país, lo que plantea preocupaciones para funcionarios de salud que consideran que agregar el producto químico mineral es un avance importante para preservar los dientes.
Kennedy ha sido un crítico vocal de algunas de las agencias que busca supervisar. Ha dicho que los reguladores federales de la salud son “marionetas” capturadas por los intereses especiales de la industria y ha prometido purgar departamentos enteros en la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) para erradicar la corrupción.
En octubre, Kennedy dijo en una publicación en la plataforma social X que la “guerra de la FDA contra la salud pública está a punto de terminar”, agregando, “Si trabajas para la FDA y eres parte de este sistema corrupto, tengo dos mensajes para ti: 1. Conserva tus registros y 2. Prepara tus maletas”.
“En vista de su historial”, escribieron los Premios Nobel en la carta, “colocar al Sr. Kennedy a cargo de DHHS pondría en peligro la salud pública y socavaría el liderazgo mundial de Estados Unidos en las ciencias de la salud, tanto en los sectores público como privado”.
The Hill se puso en contacto con el equipo de Trump para hacer comentarios.
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