Un par de explosiones el miércoles en un memorial por el ex alto general de Irán, Qassim Suleimani, mataron al menos a 103 personas e hirieron a otras 211, según funcionarios iraníes, sembrando el miedo en un país donde el descontento interno y la perspectiva de una guerra regional en espiral han dejado a muchos en vilo.
Oficiales iraníes dijeron a los medios estatales que un par de bombas habían sido colocadas en bolsas a lo largo del camino hacia un cementerio en la ciudad de Kerman, y explotaron cuando una gran procesión de personas se dirigía allí para conmemorar el cuarto aniversario de la muerte del general Suleimani. El arquitecto del eje de milicias regionales respaldado por el gobierno iraní de línea dura, murió en un ataque de un dron estadounidense.
El ataque en Irán el miércoles llevó a acusaciones, confusión y especulación después de que ningún grupo se responsabilizara. Muchos iraníes, desencantados con sus líderes, estaban indignados de que las autoridades no hubieran proporcionado la seguridad adecuada para un evento al que asistieron miles de personas. Los funcionarios del gobierno culparon a los dos países que Teherán ha considerado durante mucho tiempo como archienemigos, Israel y Estados Unidos. Expertos en inteligencia internacionales y analistas dijeron que el ataque tenía las características de grupos terroristas, no de Israel.
Funcionarios iraníes dijeron que las bombas al costado del camino parecían haber sido detonadas a control remoto.
“Escuché la explosión a 25 metros de distancia de mí”, dijo un testigo masculino del bombardeo a la agencia de noticias local Rah-e-Arman-e-Kerman. “En el suelo, había mujeres y niños como flores marchitas”.
Videos publicados en redes sociales y verificados por The New York Times muestran a la gente gritando y huyendo mientras el humo se eleva al suroeste del cementerio. Los videos también muestran a civiles llevando a personas heridas en camillas y ambulancias que conducen a través de las multitudes que se habían reunido a lo largo de una carretera cerca del lugar.
“Dios ayúdanos – todos están muertos”, se escucha gritar a algunos de los heridos, ensangrentados en el ataque.
El ataque se produjo en un momento de alta ansiedad en Irán y en toda la región. Durante años, organizaciones terroristas sunitas, incluido el Estado Islámico, han llevado a cabo ataques contra civiles en todo Medio Oriente, desde Irak hasta Líbano y Afganistán, pero en Irán, solo ha habido un puñado en los últimos 20 años.
En 2017, el Estado Islámico llevó a cabo ataques gemelos en Teherán, matando a 12 personas en ataques al Parlamento y el mausoleo del ayatolá Jomeini. En agosto y octubre de 2022, hombres armados del Estado Islámico irrumpieron en un santuario religioso en la ciudad de Shiraz, abriendo fuego contra personas que rezaban y matando a docenas.
Las explosiones del miércoles ocurrieron cuatro años después de que un ataque con aviones no tripulados estadounidenses mató al general Suleimani. En vida, el general Suleimani fue aclamado en Irán y en partes de la región como un héroe por construir y armar una red de milicias aliadas para contrarrestar la influencia de Estados Unidos y de Israel en Medio Oriente. Hasta el día de hoy, continúa disfrutando de un estatus casi mítico entre los iraníes pro-gubernamentales.
Fuente: “The New York Times”