Mapeando la migración humana a través de la ‘Atlántida’ Perdida de Australia.

Dado el gigantesco tamaño de Australia y su naturaleza salvaje, la investigación arqueológica puede ser difícil y costosa. ¿Dónde empezar a cavar en un continente tan vasto, donde los sitios arqueológicos a menudo son remotos y difíciles de alcanzar?

Ahora un equipo conjunto de científicos de la Universidad de Sídney, la Universidad del Sur de Australia, la Universidad Flinders y la Universidad de Grenoble ha utilizado nuevas tecnologías para simplificar las cosas. El grupo recientemente publicó su investigación en la revista Nature Communications.

Estudiaron, en particular, el terreno habitado por los primeros cazadores-recolectores a medida que atravesaban Sahul. Esto es la llamada Atlántida australiana: un supercontinente que existió hace hasta 75.000 años y contenía Australia, Papúa Nueva Guinea y Tasmania.

A medida que los niveles del mar subieron al final del Pleistoceno, el paisaje tomó la forma que conocemos ahora. Cómo llegaron los primeros humanos a Sahul todavía es un misterio, y los caminos que tomaron para dispersarse por él también se han perdido en las arenas del tiempo.

Hasta ahora. En un artículo publicado en The Conversation, los científicos explican su enfoque. Primero eligieron dos puntos de entrada probables, “una ruta del norte a través de Papua Occidental (hora de entrada: 73.000 años atrás) y una del sur desde el estante del Mar de Timor (hora de entrada: alrededor de 75.000 años atrás)”.

Un modelo informático luego combinó evidencia geológica de cómo Sahul cambió con el tiempo con la forma en que las poblaciones cazadoras-recolectoras normalmente se propagaban. Los mapas resultantes muestran “ondas radiantes” de migración, con humanos siguiendo líneas costeras en retroceso, antiguos cursos de agua y otras rutas probables desde entonces borradas por el paso del tiempo.

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El modelo también sugiere que los primeros humanos se expandieron entre 0.36 y 1.15 kilómetros por año.

El resultado es una serie de mapas que ayudarán a los arqueólogos a estrechar su búsqueda de sitios de excavación. El equipo también espera que su metodología pueda iluminar otros misterios de la migración, como el movimiento de los primeros humanos alrededor, y fuera de, África.