PARÍS (AP) — El presidente Emmanuel Macron prometió el domingo consagrar el derecho al aborto en la Constitución francesa para el próximo año.
El presidente dijo en X, anteriormente Twitter, que un proyecto de ley para hacer esto posible sería presentado a su Gabinete para finales de este año, de manera que “en 2024, la libertad de las mujeres para abortar será irreversible”.
El aborto en Francia fue despenalizado en virtud de una ley de 1975, pero no existe nada en la constitución que garantice el derecho al aborto.
Fue la eliminación de los derechos al aborto en Estados Unidos después de que la Corte Suprema revocó una sentencia de 50 años el año pasado y quitó las protecciones constitucionales de las mujeres para el aborto, lo que impulsó a Francia a garantizar incondicionalmente esos derechos.
Macron, rindiendo homenaje a la feminista Gisèle Halimi en marzo, dijo que quería cambiar la constitución para “consagrar la libertad de las mujeres para abortar, para asegurarnos solemnemente de que nada pueda detener o deshacer lo que será irreversible”.
Enmendar la constitución es un proceso laborioso, pero el gobierno encontró un atajo para evitar un referéndum sobre la cuestión. Al presentar su propio proyecto de ley, en lugar de uno que provenga de los legisladores, Macron puede convocar un “congreso” especial de ambas cámaras que debe aprobar la enmienda por una mayoría de tres quintos, algo que parece factible. Dichos congresos se reúnen en el Palacio de Versalles.
El texto del proyecto de ley para conciliar todas las posturas ha estado en proceso durante meses. El presidente dijo que esta semana próxima se enviará al Consejo de Estado, el máximo órgano administrativo de Francia, un paso necesario. Luego se presentará al Gabinete antes de fin de año.
La oficina de Macron dijo que se enmendará el artículo 34 de la constitución para incluir que “la ley determina las condiciones en las que se ejerce la libertad de las mujeres para recurrir al aborto, lo cual está garantizado”.
Anticipándose al final del proceso, la ministra de igualdad para mujeres y hombres, Bérengère Couillard, dijo en X que “esto es una victoria para todas las mujeres y un símbolo fuerte que se envía a otros países del mundo donde nuestros derechos están perdiendo terreno”.