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Por Michel Rose y Dominique Vidalon
PARÍS (Reuters) – El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, el presidente francés Emmanuel Macron y el líder de Ucrania, Volodymyr Zelenskiy, se reunieron para conversar en París el sábado, reunidos por una gran ceremonia más tarde en el día para celebrar la reapertura de la Catedral de Notre-Dame.
Macron convocó la reunión trilateral mientras recibe a líderes para el evento nocturno para celebrar la restauración de la catedral cinco años después de que fuera arrasada por un incendio.
El presidente Zelenskiy y líderes europeos han expresado su preocupación de que Trump pueda retirar la ayuda militar de Estados Unidos a Ucrania en un momento crucial en su lucha para repeler a Rusia.
Trump, que regresa al escenario mundial antes de asumir el cargo el próximo mes, estrechó la mano de Zelenskiy y le dio unas palmaditas en la espalda, antes de que Macron se situara entre ellos para posar para fotos.
Trump realizaba su primer viaje al extranjero desde que ganó las elecciones presidenciales hace un mes y la visita a París se consideraba como una oportunidad temprana para que Macron actuara como mediador entre Europa y el presidente entrante, un papel que el líder francés ha sabido disfrutar en el pasado.
Macron es un firme defensor de la alianza de la OTAN y la lucha de Ucrania, mientras que Trump siente que las naciones europeas deben pagar más por su defensa común. Ha dicho que se necesita un acuerdo negociado para poner fin a la guerra en Ucrania.
Al llegar al Palacio del Elíseo, Trump le dijo a Macron que habían tenido “un gran éxito” trabajando juntos durante su primer mandato.
“Y ciertamente parece que el mundo se está volviendo un poco loco en este momento. Y hablaremos de eso”, agregó Trump.
La reunión entre los tres hombres duró unos 20 minutos.
Al invitar a Trump a la reapertura de Notre-Dame, Macron repetía un enfoque personalizado que tuvo cierto éxito durante el primer mandato de Trump, dijo Heather Conley, asesora principal de la junta del Fondo Marshall Alemán, que promueve los lazos entre Estados Unidos y Europa.
“El sr. Macron sabe que al sr. Trump le encanta la pompa, las circunstancias y la grandeza del estado y se lo proporciona en abundancia”, dijo Conley.
Trump se unirá a líderes mundiales, miembros de la realeza y magnates de negocios para la ceremonia, que comenzará alrededor de las 7 p.m. (1800 GMT). También se reunirá con el príncipe William de Gran Bretaña.
Trump, que prestará juramento el 20 de enero, ya ha mantenido conversaciones con varios líderes mundiales y miembros de su equipo están tratando de ponerse al día sobre varias crisis mundiales, incluidas Ucrania y Oriente Medio.
ESPECTÁCULO GLOBAL
Trump, un republicano, estaba en el poder cuando Notre-Dame fue devastada por un incendio en 2019 y visitó Francia cuatro veces mientras era presidente de 2017 a 2021, incluidas las ceremonias del aniversario del Día D en 2019.
“Simbólicamente, tanto el mandato de Mr. Trump como Notre-Dame han sido restaurados en aproximadamente el mismo período de tiempo. Su visita a París es también el primer paso de su regreso al escenario mundial, disminuyendo aún más los últimos días del gobierno de Biden”, dijo Conley.
La esposa del presidente Joe Biden, la primera dama Jill Biden, representará a Estados Unidos en el evento de Notre-Dame.
El estratega republicano Doug Heye dijo que Trump transmitiría una posición de estadista en París.
“No son imágenes de él en Mar-a-Lago,” dijo Heye, refiriéndose a la residencia de Florida donde Trump ha pasado la mayor parte de su tiempo desde las elecciones. “Este es el mayor evento del mundo y estará a la par con otros líderes.”
Macron, que está lidiando con una profunda crisis política en casa después de que su gobierno fuera destituido por el parlamento esta semana, mantuvo un enfoque no confrontativo hacia Trump durante el primer mandato de este último, esperando que al involucrarse con él pudiera obtener concesiones.
Pero a medida que pasaron los años, las decisiones de política sobre clima, impuestos e Irán en particular causaron fricciones entre los dos líderes. Al final, la relación se volvió más tensa.
Podrían surgir disputas en el segundo gobierno de Trump, alimentadas por el deseo de imponer aranceles generalizados a Europa y otros socios comerciales de EE. UU., y desacuerdos sobre cómo manejar el conflicto Ucrania-Rusia.
Macron invitó a Trump al desfile militar anual del Día de la Bastilla en París en julio de 2017, un espectáculo que inspiró a Trump a ordenar un desfile militar en Washington para conmemorar el Día de la Independencia de América en 2019.
Trump recibió a Macron en una cena de Estado en la Casa Blanca en 2018, pero un año después los dos discutieron por comentarios que Macron hizo sobre el estado de la OTAN.
“La visita de Trump a París es un ‘buen golpe’ de Emmanuel Macron”, dijo Gérard Araud, ex embajador francés en Washington. “Es indispensable tener una relación directa con el único hombre que cuenta en la administración Trump, el propio Trump.”
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