Lo primero que Lucie Castets planea hacer como la próxima primera ministra de Francia es reducir la edad de jubilación a los 62 años. Luego, invertirá más dinero en los sistemas de salud y educación que crujen. Para financiar al menos parte de eso, introducirá un impuesto a los ultrarricos del país.
Hay un solo problema. La Sra. Castets, la candidata de elección de la coalición de izquierda que ganó la mayoría de los escaños en las elecciones legislativas anticipadas de Francia que terminaron en julio, no ha sido seleccionada para el puesto. Y la única persona con el poder de ofrecérselo, el presidente Emmanuel Macron, no ha dado señales de que planea hacerlo.