Los votantes irlandeses rechazan los referendos constitucionales sobre las mujeres y la familia.

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Los votantes irlandeses rechazaron rotundamente un intento del gobierno de cambiar la constitución del país en dos áreas relacionadas con mujeres y familias.

El viernes, dos referendos propusieron reconocer a las familias basadas en “relaciones duraderas”, no solo en matrimonio, y eliminar referencias a la “vida de la mujer en el hogar” incluyendo a otros miembros de la familia como cuidadores.

El primer ministro Leo Varadkar dijo el sábado que ambas propuestas fueron rechazadas.

“Creo que en este momento está claro que los referendos sobre la enmienda familiar y de cuidado han sido rechazados — rechazados de manera contundente con una participación respetable”, dijo a los reporteros.

“Era nuestra responsabilidad convencer a la mayoría de las personas de votar ‘sí’ y claramente no lo hicimos”, dijo tras la votación del viernes, que tuvo lugar antes de las elecciones locales y europeas en junio y una elección general que se espera dentro de un año.

Varadkar había dicho antes de la votación que una derrota sería un “revés”. Irlanda se enorgullece de su reputación progresista y ha modificado su constitución en años recientes para permitir el divorcio, el aborto y el matrimonio igualitario.

Los votantes rechazaron la nueva definición propuesta de la familia por un 67.69 por ciento a un 32.31 por ciento.

En el referendo de cuidado, un 73.93 por ciento votó “no” mientras que un 26.07 por ciento votó a favor.

Según reportó la emisora RTÉ, en una papeleta en el condado sureño de Wexford, un votante escribió “lenguaje demasiado vago, por favor vuelva a intentarlo” en lugar de marcar “sí” o “no”.

LEAR  A pesar de sus defectos, la democracia sigue siendo mejor que la autocracia.

Varadkar calificó las votaciones del viernes como una “declaración de valores sobre lo que representamos” y una oportunidad para eliminar “un lenguaje muy anticuado y sexista” de la constitución de 1937.

La oposición a la enmienda de cuidado se enfocó no en la obligación del estado “de asegurarse de que las madres no estén obligadas por necesidades económicas a dedicarse a actividades laborales en detrimento de sus deberes en el hogar”, lo cual críticos dijeron que no reflejaba la Irlanda moderna. En lugar de eso, rechazaron la estrechez de la nueva definición propuesta de los cuidadores, la cual habría excluido a personas no familiares.

Tom Clonan, un senador independiente cuyo hijo tiene una enfermedad neuromuscular y usa una silla de ruedas, dijo que estaba aliviado de que la redacción “tóxica para los derechos de los ciudadanos y cuidadores discapacitados” fuera rechazada.

El gobierno no logró convencer, dijo Mary Lou McDonald, líder del partido de la oposición Sinn Féin que según encuestas de opinión es el más popular en Irlanda y que respaldaba un voto “sí/sí”. “Era su trabajo sacarlo adelante”.

Dijo que el gobierno “falló en escuchar” cuando rechazó la redacción propuesta por una asamblea ciudadana y un comité parlamentario para reconocer el cuidado tanto dentro como fuera del hogar.

Marie Sherlock, senadora del partido de oposición Laborista, calificó el día como “triste para aquellos que han estado luchando durante muchas décadas para eliminar… el lenguaje sexista de la constitución”.