Los principales CEOs “no quieren arriesgarse a sufrir críticas del público” por apoyar a Trump, dice analista.

Aunque algunos multimillonarios de Wall Street apoyan abiertamente la candidatura de Donald Trump para regresar a la Casa Blanca, la mayoría de los altos ejecutivos de empresas cotizadas en bolsa son una historia diferente, según el fundador de Pangaea Policy, Terry Haines.

La condena del ex presidente por 34 cargos penales por un jurado de Nueva York llevará a una “medible pero pequeña fuga lejos de Trump” entre el electorado en general, le dijo a Bloomberg TV el viernes después de informar a los clientes en una nota que también dificultará atraer un respaldo financiero y político serio en Wall Street.

Esto a pesar de que multimillonarios como el CEO de Blackstone, Stephen Schwarzman, y Miriam Adelson apoyan a Trump, y el CEO de Pershing Square, Bill Ackman, criticando el juicio por soborno y supuestamente inclinándose hacia el respaldo a Trump también.

Pero Haines hizo una distinción entre multimillonarios como esos y los jefes de la mayoría de otras grandes empresas públicas.

“Si buscas al CEO promedio de Fortune 500 o a una persona de la alta dirección que tenga que rendir cuentas a los accionistas, van a ser muy cautelosos sobre cómo se presentan o si se presentan en absoluto”, dijo. “Es decir, no quieren arriesgar críticas públicas por apoyar a Trump, creo”.

Mientras tanto, la condena ha provocado un aumento en la recaudación de fondos con la plataforma WinRed del Partido Republicano colapsando brevemente el jueves bajo el peso de los donantes de base. El viernes por la noche, la campaña de Trump dijo que recaudó casi $53 millones en las 24 horas posteriores al veredicto, estableciendo un nuevo récord republicano y reduciendo la brecha de recaudación de fondos con el presidente Joe Biden.

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Está previsto que Trump sea sentenciado el 11 de julio, justo días antes de que comience la Convención Nacional Republicana en Milwaukee el 14 de julio.

Independientemente de la sentencia que reciba Trump, Haines espera que la convención se lleve a cabo “con un tono muy alto”, lo que puede ayudar a energizar la base republicana.

“Pero creo que eso desanima a muchos de los independientes que Trump necesita para ganar las elecciones generales”, agregó. “Creo que eso podría ser un problema para él”.