Los pesticidas naturales ganan terreno en la “capital agro-tóxica” de Brasil.

Inspeccionando un campo verde próspero, el agricultor brasileño Adriano Cruvinel está radiante: Utilizando una fracción de los productos químicos que solía utilizar, está cultivando incluso más soja, gracias a los pesticidas naturales.

Brasil, una potencia agrícola, puede ser el líder mundial en el uso de pesticidas químicos, pero Cruvinel es parte de una tendencia creciente de agricultores que recurren a productos naturales conocidos como “biopesticidas.”

“Nuestra soja está haciendo muy bien”, dice el ingeniero agrónomo de 36 años, mientras da un recorrido por su finca de 1,400 hectáreas en el condado centro occidental de Montividiu, mientras las cosechadoras trabajan en el campo.

“Gracias a los microorganismos que aplicamos al cultivo, es mucho más resistente a plagas y enfermedades.”

Brasil, el mayor exportador mundial de soja, maíz y algodón, también es el mayor consumidor de pesticidas químicos: casi 720,000 toneladas métricas en 2021, o una quinta parte de las ventas globales, según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación.

Buscando mejorar sus ganancias, en 2016 Cruvinel comenzó a hacer la transición hacia una llamada agricultura “regenerativa.”

La técnica busca restaurar la biodiversidad del suelo, reemplazando los fertilizantes y pesticidas químicos con alternativas naturales.

Todavía usa soja transgénica, muy difundida en Brasil. Pero cerca de esos campos, construyó un laboratorio y una fábrica ultramodernos.

En el interior, los refrigeradores conservan hongos y bacterias, algunos recolectados en terrenos forestales de su finca.

Él los cultiva en masa en tanques, y luego los utiliza para tratar sus campos.

“Aquí imitamos a la naturaleza a gran escala”, dice Cruvinel, quien ha reemplazado el 76 por ciento de los pesticidas químicos que solía utilizar con productos naturales.

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El enfoque es bueno para la salud y el medio ambiente, pero también para el negocio: sus costos de producción han caído un 61 por ciento, mientras que sus rendimientos de soja han aumentado un 13 por ciento, afirma.

– ‘Un largo camino por recorrer’ –

Los pesticidas naturales “podrían revolucionar la agricultura brasileña y mundial”, dice Marcos Rodrigues de Faria, investigador de Embrapa, la agencia pública de investigación agrícola de Brasil.

Pero “hay un largo camino por recorrer”, agrega.

Brasil todavía depende en gran medida de pesticidas químicos, conocidos aquí como productos “agrotxicos,” de “agri-tóxicos.”

Los productos naturales pasaron de representar el cuatro por ciento de las ventas totales de pesticidas en Brasil en 2020 al nueve por ciento en 2022.

Su uso se ha expandido cuatro veces más rápido en Brasil que internacionalmente, dice Amalia Borsari, de CropLife Brasil, una organización que representa a la industria de productos químicos agrícolas.

“Ha habido un crecimiento exponencial”, dice.

La geógrafa Larissa Bombardi, una experta en el uso de pesticidas en Brasil, califica la tendencia de “interesante”.

Pero dice que aún no está cambiando el modelo dominante de agricultura de monocultivo intensivo en tierras de Brasil, que deja poco espacio para productores a pequeña escala o prácticas más respetuosas con el medio ambiente.

“La superficie de tierra cultivable en Brasil aumentó un 29 por ciento de 2010 a 2019, mientras que el uso de pesticidas aumentó un 78 por ciento”, dice.

– ‘Un regalo para el agro-negocio’ –

El sección de agro-negocios representa casi una cuarta parte de la economía más grande de América Latina, lo que hace del debate sobre pesticidas un tema políticamente candente.

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Después de una larga confrontación con el Congreso, donde los intereses del agro-negocio son una fuerza poderosa, el presidente Luiz Inacio Lula da Silva promulgó en diciembre una ley que suaviza las regulaciones sobre productos químicos agrícolas.

El veterano izquierdista usó su poder de veto para bloquear algunos aspectos controvertidos del proyecto de ley. Pero el texto final bajó significativamente el umbral para la aprobación regulatoria de nuevos pesticidas, desatando críticas mordaces de los ambientalistas.

Los productos químicos que pueden causar cáncer y mutaciones o dañar el medio ambiente ya no están automáticamente prohibidos, solo aquellos que representen un “riesgo inaceptable”.

Bombardi llama a la ley una “tragedia” y “un regalo para el agro-negocio y la industria de productos químicos agrícolas”.

El juego va más allá de Brasil.

El masivo uso de pesticidas en el país es una de las principales objeciones planteadas por los opositores a un acuerdo comercial histórico entre la Unión Europea y el bloque sudamericano Mercosur, en el que Brasil es el mayor jugador.

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