El nuevo líder Ahmed al-Sharaa [el jefe del grupo islamista Hayat Tahrir al-Sham] hizo un discurso, diciendo que dará libertad a todos. También queremos libertad. Queremos irnos, muy probablemente a Rusia. Es el único país que nos aceptará.”
El administrador del campamento nos dice que otros creen que el EI vendrá a rescatarlos y sacarlos. Ella nos pidió que no usemos su nombre ya que teme por su seguridad.
“Desde la caída de Assad, el campamento está tranquilo. Normalmente, cuando está tan tranquilo, significa que las mujeres se están organizando”, dijo. “Han empacado sus maletas listas para irse. Dicen: ‘Saldremos de este campamento pronto y nos renovaremos. Regresaremos nuevamente como EI.”‘
Ella dice que hay un cambio visible, incluso en los niños, que cantan consignas y maldicen a los transeúntes. “Dicen: ‘Volveremos y te atraparemos. Está llegando pronto.'”
Durante nuestro tiempo en el campamento muchos niños levantaron el dedo índice de sus manos derechas. Este gesto es usado por todos los musulmanes en la oración diaria, pero también es ampliamente utilizado por los militantes del EI en imágenes de propaganda.
Las mujeres en Roj camp no son las únicas que están empacando sus maletas.
Algunos civiles kurdos en la ciudad de Al-Hasakah están haciendo lo mismo – temiendo un regreso de los yihadistas y otra ofensiva terrestre por parte de Turquía en el noreste de Siria.
Jewan,24, que enseña inglés, se está preparando para irse – a regañadientes.
“He empacado mi bolsa, y estoy preparando mi identificación y mis documentos importantes”, me dice. “No quiero dejar mi hogar y mis recuerdos, pero todos vivimos en un estado de miedo constante. Los turcos nos están amenazando, y las puertas están abiertas para el EI. Pueden atacar sus cárceles. Pueden hacer lo que quieran.”
Jewan fue desplazado una vez antes de la ciudad del noroeste de Alepo, al comienzo de la guerra civil en Siria en 2011. Se pregunta a dónde ir, esta vez.
“La situación demanda una intervención internacional urgente para proteger a los civiles”, dice. Le pregunto si cree que llegará. “No,” responde suavemente. Pero me pide que mencione su súplica.
Reportando adicionalmente Michael Steininger y Matthew Goddard.
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