Khamenei dijo que los enemigos de Irán, incluidos Israel y EE. UU., “definitivamente recibirán una respuesta contundente por lo que están haciendo a Irán, al pueblo iraní y al frente de resistencia”.
El llamado “eje de resistencia” de Irán es una alianza de grupos respaldados por Teherán que incluye a Hamás en Gaza, Hezbolá en Líbano, los hutíes en Yemen y grupos bien armados en Irak y Siria. La mayoría han sido designados como entidades terroristas por algunos estados occidentales.
Se dice que Israel infligió un daño severo a las defensas aéreas y las capacidades de misiles de Irán en su ataque del 26 de octubre, aunque Irán no ha admitido esto.
Israel ve a Irán como el respaldo crucial de los ataques de Hamas que mataron a unas 1.200 personas el 7 de octubre del año pasado.
Más de 250 también fueron llevados a la Franja de Gaza como rehenes.
Desde entonces, Israel ha lanzado una operación importante en Gaza, durante la cual más de 43.300 personas han sido asesinadas, según el ministerio de salud dirigido por Hamas en el territorio.
Israel también pasó al ataque contra Hezbolá en Líbano en septiembre, después de casi un año de combates transfronterizos y lanzamiento de cohetes, que Hezbolá había lanzado en apoyo a los palestinos al día siguiente de los ataques de Hamas.
Israel dijo que quería garantizar el regreso seguro de decenas de miles de residentes del norte de Israel desplazados por el conflicto.
Más de 2.800 personas han sido asesinadas en Líbano desde entonces, y 1,2 millones de personas desplazadas, según las autoridades libanesas.
Las autoridades israelíes dicen que más de 60 personas han sido asesinadas por ataques de cohetes, drones y misiles de Hezbolá en el norte de Israel y los Altos del Golán ocupados.
Las relaciones entre EE. UU. e Irán no se han estabilizado adecuadamente desde el 4 de noviembre de 1979, cuando manifestantes iraníes tomaron más de 50 diplomáticos y personal de la embajada de EE. UU., desencadenando un drama de rehenes que duró 444 días.