Un grupo de buques de guerra rusos ha zarpado del puerto de La Habana después de una visita de cinco días a Cuba, tras realizar ejercicios militares planeados. Las embarcaciones, que incluían un submarino nuclear y una fragata, estuvieron ancladas en la bahía de La Habana – a unos 90 millas (145km) del estado estadounidense de Florida. Estados Unidos dijo que no consideraba la visita como una amenaza, pero agregó que estaba monitoreando de cerca los buques. Tras la llegada de la flota, Estados Unidos atracó un submarino, el USS Helena, en su Base Naval de la Bahía de Guantánamo en Cuba el jueves. Los locales ondearon banderas rusas mientras los buques rusos partían el lunes. El presidente cubano Miguel Díaz-Canel visitó la fragata – parte de la flota – el sábado e interactuó con los marineros, según una publicación del presidente en X. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba dijo que ninguno de los buques tenía armas nucleares a bordo, y la visita no representaba una amenaza para la región. Pero el Ministerio de Defensa de Rusia dijo que la fragata Almirante Gorshkov y el submarino Kazán eran portadores de armas avanzadas, incluidos misiles hipersónicos Zircón. Anteriormente realizaron ejercicios de misiles en el Atlántico. La visita es un importante símbolo de apoyo al gobierno comunista de Cuba y a su aliado socialista, Venezuela, a donde los buques de guerra podrían navegar a continuación después de terminar en La Habana. Rusia ha enviado buques de guerra a Cuba en el pasado y las dos naciones son aliadas de larga data, pero el momento de estos ejercicios en particular destaca. En medio de crecientes tensiones por la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia en 2022, la operación está siendo interpretada por algunos como un toque de corneta de Moscú.