El viernes en Michigan, el compañero de fórmula de Harris, el gobernador de Minnesota Tim Walz, intentó apelar a aquellos escépticos de los vehículos eléctricos y apuntó a los comentarios de Trump sobre los mandatos. “Debería ser simplemente tu elección. Necesitamos hacer esas opciones asequibles y disponibles para las personas”, dijo. “Nadie te está obligando a nada. Si quieres conducir, como yo, un ’79 International Harvester Scout que es genial … hazlo”.
Las visitas de Walz y Trump al estado llegan en un momento en el que encuestas recientes sugieren que el apoyo de Harris puede estar disminuyendo ligeramente en el estado clave de la batalla electoral. Una encuesta de septiembre de la Universidad de Quinnipiac encontró que Trump estaba al frente por tres puntos en Michigan, después de que otras encuestas indicaran que Harris había estado liderando por un estrecho margen durante el último mes.
Los ataques de Trump a los vehículos eléctricos también se ven complicados por uno de sus mayores partidarios, el multimillonario Elon Musk, fundador de Tesla, una empresa de automóviles eléctricos. Musk ha respaldado a Trump y apareció en su mitin en Butler, Pennsylvania, la semana pasada, animándolo desde detrás del podio.
Atraer a la población de trabajadores automovilísticos y sindicales del estado, que en su momento fue un bloque de votantes firmemente demócrata, será clave para que Harris y Trump cierren la brecha en Michigan, según los expertos.
Trump ganó varios de estos votantes en el estado en su carrera de 2016 contra Hillary Clinton, aunque el presidente Joe Biden ganó algunos de sus votos en 2020. A nivel nacional, Clinton terminó ganando el 51% de los hogares sindicales, en comparación con el 42% de Trump, en una carrera que ella perdió en Michigan por unos 10,000 votos. Según las encuestas de salida de 2020, Biden ganó los hogares sindicales 56% a 40%.
Algunos trabajadores sindicales demócratas en Michigan se han desencantado con el partido a medida que el costo de vida ha aumentado. Doug, residente de Warren, dijo que la presión de su liderazgo sindical para que se mantuviera alineado con los demócratas lo había apagado.
“Debes ser demócrata, o estás totalmente excluido”, dijo Doug.
Harris, agregó, era simplemente el presidente Joe Biden “en pocas palabras”.
La vicepresidenta está luchando por ganarse el voto laboral más que Biden, quien se presentó como el presidente más pro-sindicalista de la historia. Aunque Harris y Walz tienen importantes respaldos sindicales, han tenido dificultades para ganarse el apoyo de los miembros de base de los sindicatos.
Por primera vez en tres décadas, la Hermandad Internacional de Teamsters, el sindicato más grande del país, se negó a respaldar a un candidato presidencial, ya que la mayoría de sus miembros de base apoyaban a Trump.