Los supervivientes dicen que al acercarse el vuelo a Grozny, ingresó en una espesa niebla. Describen al piloto intentando aterrizar el avión dos veces durante esas condiciones. Según los supervivientes, fue en el tercer intento cuando sintieron una serie de explosiones golpear el avión. “En el tercer intento, algo explotó… parte de la piel de la aeronave había salido volando”, dijo uno a la televisión rusa. Un auxiliar de vuelo en el avión, Zulfuqar Asadov, dijo a los medios locales que el impacto del golpe “provocó pánico en el interior”. “Intentamos calmarlos, hacer que se sentaran. En ese momento, hubo otro golpe, y mi brazo resultó herido”, dijo. Un video filmado en vuelo por un pasajero mostraba máscaras de oxígeno colgando del techo. El ministro de Transporte de Azerbaiyán, Rashad Nabiyev, dijo: “Todos [los supervivientes] sin excepción declararon que escucharon tres explosiones cuando la aeronave estaba sobre Grozny.” Dijo que el avión fue objeto de “interferencia externa” y resultó dañado por dentro y por fuera al intentar aterrizar. En las últimas semanas, Ucrania ha estado atacando Chechenia y otras partes del Cáucaso ruso con ataques de drones. Después del accidente, las autoridades en Moscú dijeron que tales ataques habían desencadenado un protocolo para cerrar el espacio aéreo sobre Grozny. Según funcionarios locales, un dron fue derribado por defensa aérea sobre un centro comercial en Vladikavkaz, en la cercana Osetia del Norte, esa mañana. No está claro si el protocolo de cierre de espacio aéreo, conocido como “plan alfombra”, se activó antes o mientras el Vuelo J2-8243 estaba en el espacio aéreo ruso.