Líderes de la Unión Europea se reunieron con el principal líder de China, Xi Jinping, en Beijing el jueves en un esfuerzo por estabilizar una relación que se ha deteriorado en los últimos años debido a problemas de seguridad, un desequilibrio comercial creciente y el apoyo tácito de China a la guerra de Rusia en Ucrania.
La reunión del Sr. Xi con Charles Michel, presidente del Consejo Europeo, y Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, fue la primera cumbre en persona entre los líderes de China y la Unión Europea en más de cuatro años.
Se espera que la cumbre no resulte en avances significativos. La confianza entre China y la Unión Europea se ha visto erosionada por promesas incumplidas de abrir el mercado chino a empresas europeas, así como por la represión de Beijing a la libertad en Hong Kong y Xinjiang. China también ve a Europa como influenciada en gran medida por el principal competidor de Beijing, Estados Unidos.
Beijing ha intentado cortejar a Europa para impulsar una cuña entre la región y Washington. Sin embargo, la guerra en Ucrania ha fortalecido la alianza transatlántica a medida que Europa se ha vuelto cada vez más dependiente de Washington para ayuda militar.
El bloque europeo de 27 miembros ha etiquetado a Beijing como “rival estratégico” y acordó en junio trabajar hacia “desarriesgar” sus cadenas de suministro limitando su dependencia de compañías chinas. La Unión Europea también se ha alineado con Estados Unidos adoptando restricciones al comercio de productos de alta tecnología con China.
Estos movimientos subrayan la creciente brecha entre Occidente y China, ya que el Sr. Xi ha adoptado una política exterior más asertiva destinada a remodelar el orden global para servir a los intereses chinos. Según un resumen oficial de China de la reunión del Sr. Xi con los líderes europeos, el Sr. Xi les instó a reforzar la cooperación con China para mejorar “la confianza mutua política” y “eliminar todo tipo de interferencia”, una referencia tácita a Washington.
Los chinos han tratado de resistir los esfuerzos de la Unión Europea para limitar su dependencia económica de China, diciendo que ambas partes no son rivales y que sus intereses comunes superan con creces sus diferencias. Queda por ver hasta dónde llegará China para aplacar a los funcionarios europeos en la cumbre.
Ningún problema ha frustrado más a los funcionarios europeos que la negativa de Beijing a reducir su apoyo a Moscú. China ha ayudado al esfuerzo de guerra de Rusia comprando petróleo ruso y suministrando al ejército del Kremlin microchips, drones y otros equipos que se cree que están justo por debajo de armas y municiones.
Pese a las críticas, es poco probable que China abandone Rusia, calculando que necesita a Moscú a largo plazo como socio para contrarrestar el dominio global de Estados Unidos.
“En el lado europeo, una de las tareas principales de la cumbre en Beijing es transmitir claramente el mensaje de que la cooperación China-Rusia y su impacto en la guerra en Ucrania siguen siendo el elemento fundamental que configura el futuro de las relaciones entre la UE y China”, dijo Alicja Bachulska, investigadora del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores, en un correo electrónico.
Las tensiones también están aumentando por los vehículos eléctricos chinos más baratos, paneles solares y turbinas eólicas que han inundado el mercado europeo.
La región registró un déficit comercial de $426 mil millones con China el año pasado, el más grande de su historia. Y a medida que la economía de China lucha en medio de una crisis inmobiliaria, el país puede buscar aumentar las exportaciones como motor de crecimiento. El resto de Europa. En septiembre, la Unión Europea inició formalmente una investigación sobre si los fabricantes de automóviles eléctricos en China han recibido subsidios del gobierno, una medida que podría resultar en aranceles. Los vehículos eléctricos son un tema especialmente sensible porque la fabricación de automóviles tiene un papel desproporcionado en la economía europea.
“Europa está abierta a la competencia, no a una carrera hacia abajo”, dijo la Sra. von der Leyen a principios de este año. “Debemos defendernos contra prácticas injustas”.
China ha desestimado muchas de las quejas de Europa sobre el desequilibrio comercial, diciendo que no refleja la verdadera naturaleza de la relación económica. Dice que una parte significativa de las exportaciones de China a Europa proviene de compañías europeas con sede en China, propiedad de europeos.
“Aunque China parece tener superávit comercial, de hecho, la Unión Europea ha obtenido considerables beneficios”, dijo el miércoles Wang Wenbin, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China.
El éxito de la industria de China es el resultado de inversiones e innovaciones tempranas, no de subsidios, según Tu Xinquan, decano del Instituto de Estudios de la OMC de China en la Universidad de Negocios Internacionales y Económicos.
“Hay una sensación de crisis en la UE porque la industria automotriz es crucial para ellos”, dijo.
Las empresas europeas también se quejan de la disminución del acceso al mercado en China debido a las leyes que exigen que las empresas extranjeras utilicen proveedores chinos. Otras leyes relacionadas con la seguridad nacional también han hecho que China sea un entorno más incierto para las empresas europeas.
Keith Bradsher contribuyó con este reportaje.