HARARE, Zimbabwe (AP) — Los líderes del sur africano resolvieron el miércoles extender por otro año la presencia de tropas regionales desplegadas para luchar contra rebeldes en el conflictivo este del Congo, y también se comprometieron a trabajar hacia la paz en Mozambique, donde unas elecciones disputadas provocaron disturbios.
Los líderes se reunieron en la capital de Zimbabwe, Harare, para una cumbre extraordinaria bajo el paraguas de la Comunidad de Desarrollo del sur de África, o SADC, un bloque de 16 países que incluye a la República Democrática del Congo.
La potencia regional Sudáfrica comprometió cerca de 3.000 tropas para la misión de la SADC en la República Democrática del Congo, que fueron desplegadas en diciembre pasado. Justo más de 2.000 son de Tanzania y Malawi.
La misión es parte de una miríada de fuerzas que operan en la región rica en minerales plagada de décadas de violencia armada. Incluyen soldados del gobierno congoleño, mercenarios extranjeros, una fuerza de paz de las Naciones Unidas y más de 100 grupos que luchan por el poder, la tierra y valiosos recursos minerales. Otros tratan de defender a sus comunidades. Algunos grupos armados han sido acusados de asesinatos masivos y limpieza étnica.
El vecino Ruanda ha rechazado acusaciones, incluso por parte del gobierno congoleño y expertos de la ONU, de que apoya al M23, el principal grupo rebelde que opera en el este del Congo, ahora una de las mayores crisis humanitarias del mundo con más de 7 millones de personas desplazadas.
Los cascos azules de la ONU debían dejar Congo el próximo mes, pero la creciente violencia en el este por parte de los rebeldes respaldados por Ruanda ha significado que se quedan, con el ministro de Comunicación del país, Patrick Muyaya, declarando que habría un nuevo plazo para la salida de la fuerza, aunque no dio detalles.
En cuanto a Mozambique, los líderes de la SADC, sin proporcionar detalles, expresaron un compromiso “inquebrantable” de presionar por una resolución pacífica a una disputa electoral que resultó en semanas de protestas, dejando al menos 30 muertos.
La agencia electoral de Mozambique declaró al partido gobernante Frelimo y a su candidato presidencial como ganadores de unas elecciones generales celebradas el 9 de octubre. Frelimo ha gobernado Mozambique desde la independencia de Portugal en 1975.
Venancio Mondlane, el candidato independiente que quedó en segundo lugar con el 20% de los votos nacionales, ha desafiado el resultado en los tribunales y ha convocado protestas a nivel nacional.
La máxima corte del país aún no se ha pronunciado sobre el desafío de la oposición. La Fiscalía General presentó esta semana una demanda contra Mondlane y la Gente Optimista por el Desarrollo de Mozambique, o Podemos, el partido que lo respalda, exigiendo una indemnización por los daños a la propiedad estatal durante los disturbios.
El presidente saliente de Mozambique, Filipe Nyusi, ha dicho que está dispuesto a reunirse con los candidatos presidenciales para disminuir las tensiones políticas. Mondlane se ha exiliado en un lugar no revelado, alegando un complot para matarlo.