Cuando Naji Fateel fue arrestado en medio de la revuelta de la Primavera Árabe de Bahréin, su hijo menor, Nidal, era un niño pequeño. El mes pasado, cuando el señor Fateel salió de prisión, abrazó a su hijo adolescente. Después de más de una década en la cárcel, el Sr. Fateel fue liberado en un indulto masivo en abril que incluyó a más de 1,500 prisioneros. Muchos de ellos, incluido el Sr. Fateel, fueron encarcelados después de unirse a las protestas pro-democracia en 2011 que fueron aplastadas por la monarquía autoritaria. A pesar de que el gobierno describió el indulto como un gesto benévolo del rey, muchos activistas de derechos humanos dijeron que era incompleto. El Sr. Fateel, de 38 años cuando fue arrestado, pasó su cumpleaños número 40 en prisión, y esperaba pasar su cumpleaños número 50 allí también. Aunque estaba feliz de estar en casa, no estaba seguro de lo que le deparaba el futuro. El gobierno dijo que un programa de reintegración apoyaría a los prisioneros liberados con una variedad de programas educativos y de formación, oportunidades laborales e intervenciones específicas según sea necesario para ayudar a manejar la transición de regreso a la sociedad.
