Legisladores estadounidenses instan al Reino Unido a desistir de la exigencia de una puerta trasera para el cifrado de Apple.

Apple está enfrentando una creciente presión por parte del gobierno del Reino Unido para proporcionar acceso a datos encriptados de iCloud. Esta acción ha provocado una significativa reacción adversa por parte de legisladores estadounidenses, defensores de la privacidad y expertos en ciberseguridad.

Según Washington Post, el Reino Unido ha emitido una Notificación de Capacidad Técnica (TCN) en virtud de la Ley de Poderes de Investigación (IPA), obligando a Apple a crear una puerta trasera en su sistema de encriptación de extremo a extremo.

Esta demanda, de ser aplicada, requeriría que Apple otorgue a las autoridades del Reino Unido acceso a datos encriptados de iCloud a nivel global, afectando a usuarios no solo en Gran Bretaña sino en todo el mundo. Tanto Apple como el gobierno del Reino Unido se han negado a hacer comentarios, citando restricciones legales.

Legisladores estadounidenses advierten sobre las consecuencias

El impulso del Reino Unido por una puerta trasera de encriptación ha recibido duras críticas por parte de miembros de comités clave del Congreso de los EE. UU.

Advierten que tal acción podría socavar la seguridad nacional estadounidense y la privacidad personal. En una carta a la directora de inteligencia de EE. UU., Tulsi Gabbard, los senadores Ron Wyden (D-OR) y Andy Biggs (R-AZ) instaron a presionar al Reino Unido para que retire su demanda.

“Si Apple es obligado a construir una puerta trasera en sus productos, esa puerta trasera terminará en los teléfonos, tabletas y computadoras de los estadounidenses”, escribieron los legisladores.

También señalaron ataques cibernéticos previos, incluido el hackeo Salt Typhoon, como evidencia de que esas puertas traseras suelen ser aprovechadas por actores hostiles, no solo por las fuerzas del orden.

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Wyden y Biggs incluso sugirieron que si el Reino Unido no revierte su curso, EE. UU. debería reconsiderar sus acuerdos de intercambio de inteligencia y ciberseguridad con Gran Bretaña.

Apple no ha respondido públicamente a la orden del Reino Unido, pero anteriormente ha insinuado que retiraría los servicios de encriptación del mercado británico en lugar de cumplir.

Sin embargo, la ley del Reino Unido establece que la Ley de Poderes de Investigación se aplica a nivel mundial, lo que significa que incluso los usuarios no británicos podrían verse afectados.

La situación coloca a Apple en una posición difícil. Si cumple, corre el riesgo de erosionar la confianza de los usuarios y enfrentarse a la reacción adversa de los defensores de la privacidad. Si se resiste, podría enfrentar batallas legales o ser obligado a limitar los servicios en el Reino Unido.