Tesla (NASDAQ:TSLA) acaba de recibir un golpe en China, con las ventas de enero de sus vehículos eléctricos fabricados localmente cayendo un 11.5% interanual a 63,238 unidades, un brutal 32.6% menos que en diciembre. ¿La razón? Un cambio de producción. Tesla está lanzando un Model Y renovado, su más vendido, y esa transición está ralentizando las entregas en su Gigafactoría de Shanghai. Mientras tanto, BYD (BYDDF) está flexionando sus músculos, moviendo 296,446 vehículos eléctricos de pasajeros e híbridos enchufables el mes pasado, un 47.5% más que hace un año, aunque también vio una fuerte caída del 41.8% mes a mes.
Ahora, las ventas de Tesla en China no están exactamente desplomándose, pero la verdadera prueba está por llegar. La compañía cerrará parte de sus líneas de producción de Model Y del 22 de enero al 14 de febrero por el Año Nuevo Chino, lo que significa aún menos entregas en febrero y marzo. Para compensar la caída, Tesla está aumentando los descuentos en el Model 3, con la esperanza de mantener vivo el impulso de ventas mientras la producción del Model Y vuelve a la normalidad.
Para los inversionistas, aquí es donde las cosas se ponen interesantes. Tesla está en un delicado acto de equilibrio, navegando por una reorganización de la producción mientras se defiende de la expansión agresiva de BYD. La turbulencia en las ventas a corto plazo es inevitable, pero la verdadera pregunta es qué tan rápido Tesla puede poner en marcha su Model Y actualizado a toda velocidad. Con el mercado de vehículos eléctricos de China más competitivo que nunca, Tesla necesita ejecutar perfectamente para mantener su ventaja.
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