Los responsables de la política china están lidiando con la disminución del consumo interno. Las ventas minoristas de China el mes pasado crecieron a su ritmo más rápido desde el inicio del año, mostraron cifras oficiales el viernes, un signo alentador para Pekín mientras busca impulsar el consumo débil. Los funcionarios han presentado desde finales de septiembre una serie de medidas, que incluyen recortes de tasas de interés e intercambios de deuda, destinadas a impulsar la actividad en la segunda economía más grande del mundo, que ha tenido dificultades para recuperar impulso desde la pandemia. Entre los problemas que enfrentan los responsables de la política están la disminución del consumo interno que resulta en presión deflacionaria, un colapso del sector inmobiliario y disputas comerciales geopolíticamente tensas. Las ventas minoristas aumentaron un 4,8 por ciento interanual en octubre, dijo la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE), acelerándose desde el 3,2 por ciento en septiembre. La lectura también superó significativamente el pronóstico del 3,8 por ciento en una encuesta de Bloomberg de analistas y representa la mejor lectura desde febrero. Las cifras también mostraron que la tasa de desempleo urbano nacional descendió ligeramente al cinco por ciento desde el 5,1 por ciento en septiembre. Sin embargo, el crecimiento de la producción industrial se redujo al 5,3 por ciento en octubre, mostraron las cifras de la ONE, desde el 5,4 por ciento del mes anterior. La ONE dijo en un comunicado que en octubre “se acumularon y aumentaron factores positivos y la economía nacional fue estable, con progreso y crecimiento”. Pekín está presionando para un objetivo oficial de crecimiento nacional este año de alrededor del cinco por ciento, un objetivo que la mayoría de los economistas creen que se perderá por poco. Pero las últimas semanas han visto a funcionarios anunciar medidas más agresivas en años en un intento de dar nueva vida a la economía. Las nuevas políticas han incluido un programa de intercambio de deuda para aliviar la carga de los gobiernos locales, recortes en las tasas hipotecarias y la eliminación de ciertas restricciones en la compra de viviendas.