Un trabajador de VW participa en una manifestación de IG Metall fuera del hotel que alberga la quinta ronda de negociación colectiva entre Volkswagen e IG Metall, en medio de negociaciones sobre ahorros en VW. Moritz Frankenberg/dpa. Las conversaciones entre el gigante alemán Volkswagen y los negociadores sindicales destinados a resolver una amarga disputa laboral sobre recortes planeados en el fabricante de autos se reanudaron el martes después de un breve descanso nocturno. Los líderes habían expresado la esperanza de que las conversaciones de dos días entre la gerencia de VW e IG Metall, el sindicato que representa a alrededor de 130.000 trabajadores de fábrica de VW en Alemania, pudieran llegar a un acuerdo antes de las próximas vacaciones de Navidad. Las negociaciones del lunes duraron 13 horas y solo se detuvieron después de la medianoche, pero las dos partes siguen aparentemente muy separadas. La gerencia de VW exige recortes salariales del 10% para toda la fuerza laboral alemana, y ha amenazado con posibles cierres de plantas y despidos masivos también. El sindicato, por otro lado, ha rechazado recortes salariales permanentes y ha exigido garantías de seguridad laboral para todos los trabajadores. Los trabajadores han realizado dos huelgas de un día en las fábricas de VW en Alemania para mostrar su determinación en la disputa, mientras que los líderes laborales han amenazado con presentar una amarga resistencia si la gerencia se niega a comprometerse con los planes de austeridad. Los ejecutivos de VW dicen que los altos costos laborales en Alemania están contribuyendo a resultados financieros decepcionantes en el mayor fabricante de automóviles de Europa, exacerbados por la feroz competencia de China y problemas con la transición a vehículos eléctricos. Según los ejecutivos de la compañía, se necesitan márgenes de beneficio más altos en VW para mantener la marca competitiva y financiar las inversiones necesarias. Después de la cuarta ronda de negociaciones celebrada la semana pasada, ambas partes dijeron por primera vez que las conversaciones habían sido constructivas, aunque sin señalar un progreso real.