Las inundaciones en Níger retrasan el inicio del nuevo año escolar por casi un mes.

Las escuelas en Níger empezarán el nuevo año académico casi un mes tarde debido a las fuertes lluvias e inundaciones, dice el gobierno militar. Varias escuelas han sido afectadas, y otras están siendo ocupadas por los afectados, dijo un portavoz del gobierno en la emisora estatal. Las autoridades han retrasado la fecha de inicio del 2 al 28 de octubre. En las últimas semanas, el país ha sido azotado por fuertes lluvias, lo que ha provocado más de 300 muertes debido a ahogamientos o derrumbes de edificios, según el ministerio del interior. En la ciudad central-sur de Maradi, una de las zonas más afectadas, se han erigido alrededor de 100 tiendas de campaña para alojar a las personas en las escuelas. El Comité Internacional de Rescate informó que más de 800,000 personas han sido afectadas por las inundaciones. La organización dice que países como Níger, Malí y Nigeria están lidiando con algunas de las “peores inundaciones en 30 años”. Como otros países de la región semidesértica del Sahel de África Occidental, Níger está sufriendo el impacto del cambio climático. Además de las inundaciones, también ha experimentado sequías y fracasos de cultivos en los últimos años. Los científicos dicen que muchos eventos climáticos extremos, como inundaciones y sequías, son cada vez más frecuentes e intensos como resultado del cambio climático. El gobierno militar dice que se han puesto a disposición 9,700 toneladas de grano para aquellos que lo necesitan y que la “situación está bajo control”. También hay creciente preocupación en torno al daño y destrucción de edificios con significado cultural. Hace unas semanas, una mezquita del siglo XIX hecha de madera y paja colapsó en Zinder, la segunda ciudad más grande del país. También existe temor sobre cuánto daño ha sufrido un centro histórico en la ciudad del norte de Agadez, conocido como la puerta de entrada al desierto. El sitio es Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.

LEAR  Los organizadores de protestas en Uganda están jugando con fuego, dice el presidente.