Inmunidad agotada observada en tejido mamario Crédito: Sara Pensa / Universidad de Cambridge / SWN
Cuando ciertas células inmunitarias en mujeres sanas se vuelven ‘agotadas’, podrían convertirse en un objetivo para un nuevo tratamiento preventivo del cáncer de mama.
Los investigadores de la Universidad de Cambridge descubrieron la nueva vía, que implica apuntar a mutaciones en los genes BRCA1 y BRCA2.
Todos tienen genes BRCA1 y BRCA2, pero las mutaciones en estos genes, que pueden ser heredadas, aumentan el riesgo de cáncer de mama y ovario.
El nuevo estudio encontró que las células inmunitarias en el tejido mamario de las mujeres sanas que portan mutaciones genéticas BRCA1 o BRCA2 muestran signos de un mal funcionamiento conocido como ‘agotamiento’.
Las células inmunitarias ‘agotadas’ no pueden eliminar las células mamarias dañadas, que eventualmente pueden desarrollarse en cáncer de mama.
“Ya existen medicamentos que pueden superar este bloqueo en la función de las células inmunitarias, pero hasta ahora, solo se han aprobado para enfermedades en etapa avanzada”, dijo el profesor Walid Khaled en el Departamento de Farmacología de la Universidad de Cambridge.
Nadie ha considerado el uso de esos medicamentos de manera preventiva antes, y aunque la cirugía de extirpación del seno se ofrece a las mujeres con alto riesgo de cáncer, un curso de prevención no invasivo podría ser mucho más preferible.
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“Podemos identificar estos cambios tempranos e intervenir”, agregó.
Utilizando muestras de tejido mamario sano recolectadas de 55 mujeres de diferentes edades, los investigadores en Inglaterra catalogaron más de 800,000 células, incluyendo todos los diferentes tipos de células mamarias. El Atlas Celular Humano del Seno ahora está disponible como un recurso para que otros investigadores lo utilicen y agreguen.
“A medida que recopilamos más información de este tipo de muestras en todo el mundo, podemos aprender más sobre cómo se desarrolla el cáncer de mama y el impacto de los diferentes factores de riesgo, con el objetivo de mejorar el tratamiento”, dijo Austin Reed, un estudiante de doctorado en el Departamento de Farmacología de la Universidad de Cambridge y coautor principal del informe.
Uno de los mayores desafíos en el tratamiento del cáncer de mama es que no es solo una enfermedad, sino muchas. Muchas variaciones genéticas diferentes pueden llevar al cáncer de mama, y el riesgo genético interactúa con otros factores de riesgo de formas complicadas.
El nuevo estudio tuvo como objetivo comprender cómo interactúan algunos de estos factores de riesgo, caracterizando los diferentes tipos de células en el seno humano en muchos estados fisiológicos diferentes.
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Los investigadores utilizaron una técnica llamada ‘secuenciación de ARN de una sola célula’ para caracterizar los diferentes tipos y estados de células mamarias. Casi todas las células en el cuerpo tienen el mismo conjunto de genes, pero solo un subconjunto de estos se activan en cada célula, y estos determinan la identidad y función de la célula. La secuenciación de ARN de una sola célula revela qué genes están activados en las células individuales.
“La prevención es el enfoque más rentable…(también) mejora el resultado de la enfermedad”, dijo la Dra. Sara Pensa, Investigadora Principal Asociada en el Departamento de Farmacología de la Universidad de Cambridge y coautora del estudio.
La investigación, publicada esta semana en la revista Nature Genetics, fue financiada principalmente por el Consejo de Investigación Médica y Cancer Research UK.