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Las acciones de Tesla registraron su mayor aumento en un solo día desde 2013 después de que el mayor fabricante de vehículos eléctricos del mundo informara de un beneficio trimestral mayor de lo esperado mientras pronosticaba un “ligero crecimiento” en las entregas este año y un gran aumento en 2025.
Este desempeño marca un cambio para Tesla, que ha pasado por algunos trimestres decepcionantes a medida que se extendía la preocupación sobre la desaceleración de la demanda global de vehículos eléctricos. También se ha visto envuelta en la polémica activismo político de su director ejecutivo, Elon Musk, y una batalla judicial para restablecer su paquete de opciones de acciones de $56 mil millones.
Musk predijo el miércoles por la tarde que las ventas de vehículos podrían aumentar entre un 20% y un 30% el próximo año después de que los recortes de costos redujeran los precios de los autos existentes, lo que a su vez estimularía la demanda.
También mencionó mejoras en la tecnología de conducción autónoma y nuevos productos, incluido su “Cybercab” autónomo presentado a principios de este mes. Musk también dijo que las tasas de interés más bajas estaban reduciendo los pagos mensuales de financiamiento y que eso estaba teniendo un impacto significativo en la demanda.
Las acciones de Tesla subieron un 21,9% el jueves, agregando más de $150 mil millones a su valor de mercado. Eso puede brindar algo de alivio a los inversores, dado que las acciones están a la mitad de su pico de noviembre de 2021, aunque el grupo sigue siendo el fabricante de automóviles más valioso del mundo.
El ingreso neto ajustado para el tercer trimestre aumentó un 8% respecto al año anterior hasta $2.5 mil millones, superando las expectativas de $2.1 mil millones, según una presentación de la empresa con sede en Texas. Los ingresos aumentaron un 8% a $25.2 mil millones, ligeramente por debajo del estimado promedio de $25.4 mil millones por parte de los analistas.
La ganancia fue impulsada por un aumento del 2% en los ingresos por ventas de vehículos —que contribuye con cuatro quintos de los ingresos del grupo— junto con un aumento del 52% en su negocio de generación y almacenamiento de energía y un incremento del 29% en su brazo de servicios, que incluye su red de supercargadores.
Los gastos operativos cayeron un 6% a $2.3 mil millones después de que recortara una décima parte de su fuerza laboral, alrededor de 14.000 empleos, a principios de este año.
“A pesar de las condiciones macroeconómicas en curso, esperamos lograr un ligero crecimiento en las entregas de vehículos en 2024,” dijo Tesla. “Los planes para nuevos vehículos, incluidos modelos más asequibles, siguen en marcha para comenzar la producción en la primera mitad de 2025.”
Sin embargo, Musk dijo que Tesla no estaba desarrollando el esperado y mucho anticipado “Modelo 2” asequible de $25,000.
“No estamos haciendo un modelo no robotaxi. Tener un modelo regular de [$25,000] es inútil, es completamente irrelevante considerando lo que creemos,” dijo.
“Esto es cegadoramente obvio en este punto, que [la autonomía] es el futuro,” añadió.
En cambio, Musk dijo que Tesla se centraba en reducir el costo de los modelos existentes. Su Cybercab costaría aproximadamente $25,000, cuando se deducen los incentivos gubernamentales para vehículos eléctricos.
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Musk ha dado un giro estratégico hacia la conducción autónoma, la inteligencia artificial y la robótica, prediciendo que estas tecnologías pronto serán las principales fuentes de ingresos de Tesla y aumentarán su valoración. Recientemente presentó un prototipo de una nueva flota de “Cybercabs” autónomos que espera tener en producción antes del inicio de 2027.
Sin embargo, la falta de detalles de ingeniería o financieros en el vistoso evento “We, Robot” —celebrado en un estudio de cine en Los Ángeles, donde los robots humanoides “Optimus” de Tesla bailaban al ritmo de Daft Punk y servían cerveza a los asistentes— decepcionó a analistas e inversores y las acciones cayeron un 9% en el período posterior.
Los datos del tercer trimestre proporcionaron más optimismo. Tesla informó que la producción de Cybertruck reportó un margen bruto positivo por primera vez —después de años de retrasos en la producción y retiros— y fue el tercer vehículo eléctrico más vendido en EE. UU. detrás de su Modelo Y y Modelo 3. La empresa agregó que su fábrica de camiones eléctricos “Semi” comenzaría la producción para finales del próximo año, para lo cual Musk dijo que había una “demanda ridícula”.
A principios de este mes, Tesla informó que las entregas aumentaron un 6.4% en el tercer trimestre a 462,890 vehículos a nivel mundial, impulsadas por las ventas en China que compensaron la débil demanda en Europa. Mantuvo su posición como el principal fabricante de vehículos eléctricos por delante de BYD de China.
Los analistas también destacaron el miércoles una mejora en el margen bruto de Tesla, que se amplió al 19.8% en el trimestre desde el 17.9% en el mismo período del año anterior.
La métrica financiera muy observada se vio beneficiada por $739 millones de ingresos provenientes de créditos regulatorios, que vende a otros fabricantes que no cumplen con los objetivos de emisiones relacionados con la producción de vehículos eléctricos. Eso fue su segundo más alto después del récord de $890 millones en el segundo trimestre.
Tesla también proporcionó una actualización sobre el número de chips de unidad de procesamiento gráfico Nvidia H100 instalados en su planta de fabricación de Texas utilizados para entrenar los sistemas de inteligencia artificial que respaldan su tecnología de conducción autónoma, llamada FSD. Dijo que 29,000 estaban instalados en un clúster en la Gigafactory y esto aumentaría a 50,000 para finales de octubre.
Musk ha generado controversia por su sólido respaldo al candidato presidencial republicano Donald Trump. Está regalando $1 millón al día a votantes registrados en estados clave que firmen una petición a favor de la libertad de expresión y el derecho a portar armas.
A cambio, Trump se ha comprometido a nombrar a Musk jefe de un “departamento de eficiencia gubernamental” que haría sugerencias para recortar el gasto, la burocracia y las regulaciones, una posición que podría beneficiar a sus otras empresas, incluidas SpaceX y la red de redes sociales X. Sin embargo, esas actividades políticas corren el riesgo de provocar la ira de la candidata demócrata Kamala Harris si resulta elegida.
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