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Las acciones estadounidenses eliminaron el martes todas las ganancias acumuladas después de la elección de Donald Trump, luego de que los aranceles del presidente a los mayores socios comerciales de Washington generaran temores de un daño grave a la economía global.
El S&P 500, que alcanzó un récord histórico hace menos de dos semanas, cerró el martes con una caída del 1,2 por ciento, por debajo de su nivel del 5 de noviembre, en una sesión marcada por fuertes oscilaciones.
El Nasdaq Composite, centrado en tecnología, cerró un 0,4 por ciento más bajo, habiendo recuperado algunas de sus pérdidas anteriores.
Estos movimientos se produjeron después de que los aranceles del 25 por ciento de Trump a las importaciones de México y Canadá entraran en vigor el martes, desencadenando la indignación de los vecinos de Estados Unidos y avivando los temores de una guerra comercial.
La Casa Blanca también impuso un arancel adicional del 10 por ciento a bienes de China, además del arancel del 10 por ciento del mes pasado, a medida que las políticas proteccionistas del presidente aumentaron las preocupaciones de los inversores sobre una desaceleración económica mundial.
“Una guerra comercial mundial es una situación perdedora para todos”, dijo Alain Bokobza, jefe de asignación de activos globales en Société Générale. “Algunas personas perderán relativamente más que otras, pero todos perderán”.
El mercado de valores de EE. UU. ha sido duramente golpeado en los últimos días, en contraste con el repunte que siguió al triunfo de Trump en las urnas, cuando los inversores apostaron a que su promesa de reducir los impuestos corporativos impulsaría las ganancias.
“Esto es lo que sucede cuando un mercado que estaba valorado como perfecto ve lo que menos quería ver: aranceles y desaceleración del crecimiento”, dijo Steven Grey, director de inversiones en Grey Value Management.
Los aranceles del presidente contra los tres mayores socios comerciales de Estados Unidos han elevado los aranceles a algunos de los niveles más altos en décadas, con la perspectiva de aumentos adicionales a medida que las tensiones aumentan aún más.
El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, dijo que la razón declarada por Trump para los aranceles —el tráfico transfronterizo de fentanilo— era “completamente falsa” y sugirió que el presidente de EE. UU. realmente quería provocar “el colapso total de la economía canadiense porque eso facilitará su anexión”.
Agregó que Ottawa tomaría represalias con un arancel inmediato del 25 por ciento sobre 30 mil millones de dólares canadienses (21 mil millones de dólares estadounidenses) de importaciones de EE. UU. y aranceles sobre otros 125 mil millones de dólares canadienses de bienes estadounidenses 21 días después.
Ontario, la provincia más poblada de Canadá, dijo que cancelaría de inmediato su contrato con Starlink, el proveedor de internet por satélite fundado por Elon Musk, y prohibiría a las empresas estadounidenses participar en licitaciones gubernamentales. También anunció que dejaría de vender bebidas alcohólicas hechas en EE. UU.
Mientras que México esperará hasta el domingo para develar contramedidas, China dijo que impondría un arancel del 10 al 15 por ciento a productos agrícolas de EE. UU., que van desde soja y carne de res hasta maíz y trigo, a partir del 10 de marzo.
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Incluso antes de los aranceles de esta semana, algunos indicadores económicos de EE. UU. señalaron posibles problemas en el futuro.
Una encuesta realizada por la Asociación Estadounidense de Inversores Individuales mostró que la confianza de los inversores cayó cerca de un mínimo histórico a fines de febrero, mientras que el estimado de crecimiento del PIB de EE. UU. del Banco de la Reserva Federal de Atlanta, publicado el lunes, apuntaba a una contracción del 2,8 por ciento en el primer trimestre.
Las acciones bancarias, sensibles a los nervios económicos, sufrieron fuertes declives el martes, con el índice bancario KBW cayendo un 3,6 por ciento.
Citigroup y Bank of America cayeron un 6,3 por ciento el martes. Morgan Stanley perdió un 5,7 por ciento y Goldman Sachs cedió un 4 por ciento.
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