Lectores, por favor seleccionen su propia frase cursi para el principio de este artículo:
1. ¡Hablemos de un ladrón hábil!
2. Es un crimen que simplemente no puedes endulzar.
3. He escuchado de robar un poco de dinero, pero esto es ridículo.
La historia comenzó a las 4 a. m. del miércoles en Carlingford, Australia, cerca de Sydney, cuando un conductor repartidor que trabajaba en el turno nocturno detuvo su furgoneta para hacer una parada rápida en un 7-Eleven.
Las imágenes de circuito cerrado de la escena muestran a una mujer merodeando alrededor de las bombas de gasolina en la estación de servicio adjunta, o “servo” para los australianos, y luego subiéndose a la furgoneta desatendida y conduciendo lejos.
Lo que hace que la historia sea más convincente que un robo de vehículo oportunista típico es el contenido de la furgoneta: 10,000 donas Krispy Kreme. Las golosinas estaban destinadas a tiendas en Newcastle, pero en cambio han desaparecido a partes desconocidas.
Hasta el viernes, la policía de Nueva Gales del Sur no había realizado ningún arresto, aunque están, bueno, hambrientos de hacerlo. El departamento publicó una solicitud de ayuda del público, junto a artículos sobre una pelea en Warrawong y un hombre desaparecido de Wagga Wagga. Quizás poco instruidos en las formas del clickbait, la policía tituló el artículo, sin creatividad, “Solicitud de información después de que se robara la furgoneta”.
“Nuestro equipo de Krispy Kreme está trabajando para reemplazar las 10,000 donas robadas”, aseguró el jefe de cadena de suministro de la empresa, Lenny Reddy, a N.C.A. Newswire.
A diferencia de Jean Valjean, quien robó un pan en “Los Miserables” porque estaba hambriento, este ladrón puede haber estado motivado menos por un amor insaciable por Krispy Kremes que por una oportunidad para un robo fácil de la furgoneta. Dado que la furgoneta no estaba marcada, es probable que la carga fuera simplemente una deliciosa sorpresa para el culpable.
El botín incluía tanto donas con temática navideña como clásicas, informó News.com.au.
Al otro lado del mundo el mes pasado, se robó un camión de Dunkin’ Donuts en Connecticut, aunque en ese caso el ladrón aparentemente permaneció hambriento porque las donas cayeron del camión. No hay indicación de que los crímenes estén relacionados o de que haya una red internacional de ladrones de donas trabajando.
Lectores, por favor seleccionen su propia frase cursi para el final de este artículo:
1. Si se realiza un arresto, se espera que sea seguido por una dulce justicia aliñada con misericordia.
2. Tal vez la policía estará buscando a alguien con una expresión glaseada.
3. Y esa es la pura verdad.