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Por Malu Cursino, BBC News
Protestas en Nueva Caledonia han estallado después de que siete activistas proindependencia fueran detenidos y llevados a Francia por su presunta participación en la orquestación de disturbios contra un polémico proyecto de ley de reforma electoral.
Un ayuntamiento, una comisaría y varios edificios más fueron incendiados en toda Nueva Caledonia, informó la alta comisión de Francia en el territorio del Pacífico Sur.
Entre los trasladados a Francia continental estaba Christian Tein, quien fue acusado en relación con disturbios, saqueos e incendios provocados el mes pasado en los que murieron nueve personas.
La violencia estalló por planes de extender los derechos de voto a personas que habían vivido en Nueva Caledonia por más de 10 años. El presidente Macron luego visitó el territorio y suspendió las reformas propuestas para permitir “un retorno al orden”.
La alta comisión francesa de Nueva Caledonia dijo que la agitación generalizada comenzó el domingo por la noche y requirió la intervención “rápida y determinada” de agentes del orden y bomberos en diversos lugares.
Se iniciaron incendios en la capital, Nouméa, mientras que fuera de la ciudad, en Dumbéa, las instalaciones y vehículos policiales fueron incendiados, dijo la alta comisión.
En el extremo norte de la isla principal, un ayuntamiento en Koumac fue incendiado pero “rápidamente controlado”.
Los bomberos de Nueva Caledonia emitieron un llamamiento a los líderes locales para permitir un retorno a la calma. El portavoz del sindicato Gwenval Cambon dijo al periódico local Les Nouvelles Caledoniennes que “a pesar del empeño de los bomberos, la violencia ha escalado entre los jóvenes”, ya que los vehículos e instituciones municipales eran cada vez más atacados.
Muchas escuelas estaban cerradas el lunes, y la vicepresidenta de Nueva Caledonia, Isabelle Champmoreau, dijo que su gobierno estaba trabajando en un plan para asegurar que más alumnos pudieran regresar de forma segura a sus estudios.
En mayo, las protestas en Nueva Caledonia provocaron una interrupción generalizada que incluyó carreteras bloqueadas y disturbios mortales.
La Célula de Coordinación de Acción en el Campo (CCAT) ha pedido la liberación inmediata y el regreso de los siete activistas llevados a Francia, a unos 17,000 km de distancia. Se espera que sean interrogados por su presunta participación durante las protestas y los subsiguientes disturbios en el territorio francés.
La CCAT ha acusado a Francia de avivar la violencia, condenando las “tácticas coloniales” de Francia al alejar a los activistas de Nueva Caledonia.
Entre los detenidos estaba el jefe de la CCAT, Christian Tein, sospechoso de delitos de “crimen organizado”, según el Fiscal Jefe de Nouméa, Yves Dupas. Otros cuatro activistas están en detención en Nueva Caledonia.
Daniel Goa, presidente de la Unión Caledonia, el mayor partido político proindependencia, dijo que estaba “asombrado” de que los hubieran llevado a Francia.
El Ministro del Interior, Gerald Darmanin, ha descrito previamente a la CCAT como una organización “de estilo mafioso”, pero el grupo ha mantenido que no es responsable de los disturbios.
En mayo, Francia desplegó unos 3,500 efectivos de fuerzas de seguridad para responder a los disturbios, lo que obligó al cierre temporal del aeropuerto internacional de Nouméa.
Francia colonizó Nueva Caledonia en 1853 y la convirtió en un territorio de ultramar en 1946, otorgando derechos a los kanaks indígenas.
Hoy en día, Nueva Caledonia tiene una población de unas 300,000 personas, incluidas 112,000 kanaks.
Hasta ahora, el voto en el territorio está restringido a los kanaks y aquellos que llegaron de Francia antes de 1998.
Pero la reforma planeada, actualmente suspendida, permitiría que más residentes franceses, incluidos aquellos que han estado en Nueva Caledonia durante al menos 10 años, pudieran votar. Desde 1998, más de 40,000 ciudadanos franceses se han trasladado al archipiélago.
Muchos kanaks temen que su poder político se diluya si la reforma tiene lugar, temiendo que cualquier referéndum futuro sobre la independencia sería más difícil de lograr.
La decisión de Macron de suspender la reforma el 12 de junio tuvo lugar días después de que convocara elecciones parlamentarias anticipadas en Francia en respuesta a la victoria de la extrema derecha del Rassemblement National en las elecciones europeas.
