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Silicon Valley no se construyó en un día. Tampoco la escena tecnológica de Londres. Y si bien un solo gobierno no es el único responsable de su crecimiento, ciertamente puede beneficiarlo o dificultarlo.
El mundo tecnológico se mueve más lento de lo que se presenta. Los capitalistas de riesgo (VCs) a menudo le dicen a sus inversionistas (LPs) que los rendimientos tardan entre cinco y siete años. En privado, todos saben que está más cerca de 15. Pero los mejores VCs y LPs (y gobiernos) invierten a largo plazo y obtienen enormes recompensas al hacerlo.
La última vez que el Reino Unido tuvo un gobierno laborista fue en 2010. Nadie había oído hablar de Airbnb o Uber. El software como servicio estaba en auge, y el término “deeptech” era prácticamente desconocido.
En la última década aproximadamente, el mundo tecnológico comenzó a darse cuenta de que los cambios significativos y duraderos en el crecimiento y el impacto positivo no pueden provenir únicamente del desarrollo de software. Grandes avances tecnológicos en la ingeniería subyacente son los que impulsan no solo la creación de gran valor, sino también beneficios sociales a largo plazo.
Por ejemplo, el auge de las empresas de software como servicio fue impulsado por el crecimiento subyacente en la capacidad computacional, sostenido entre otros por el desarrollo de semiconductores y la llegada de la informática en la nube escalada. Hace veinte o treinta años, líderes en semiconductores del Reino Unido como Arm y otros eran equipos innovadores, pequeños, respaldados por empresas de capital de riesgo y gobiernos, liderados por fundadores ambiciosos y visionarios.
Hoy en día existen tecnologías en etapas tempranas que tendrán el mismo nivel de impacto. Tomando la evolución de la computación como estudio de caso, para comprender cómo se verá eso en 20 años, debemos dirigirnos a la próxima frontera en computación: la computación cuántica.
La computación cuántica es un completo alejamiento de cómo hemos realizado la computación hasta ahora. El desarrollo de la computación actual nos ha dado la capacidad de crear “gemelos digitales” del mundo macroscópico, desde servicios financieros hasta aviación. La computación cuántica nos permitirá crear gemelos digitales del mundo a una escala muy pequeña, y algún día ser capaces de diseñar y predecir cómo se juntan los átomos para formar todo lo que nos rodea.
No solo se estima que la computación cuántica producirá un adicional de £1.3 billones en PIB global, a través de áreas como automotriz, productos químicos, servicios financieros y ciencias de la vida, sino que también será una de nuestras mejores y más importantes herramientas para combatir algunos de los mayores desafíos mundiales como la crisis climática y energética.
El Reino Unido ha sido históricamente un líder mundial en mecánica cuántica. Gran parte de la mecánica cuántica actual se desarrolló en el Reino Unido, especialmente en el mundialmente famoso Laboratorio Cavendish de la Universidad de Cambridge, que fue hogar del famoso Paul Dirac, uno de los padres de la computación cuántica. Este liderazgo académico fue lo que me atrajo al Reino Unido como estudiante extranjero en primer lugar.
Construyendo estratégicamente sobre esa base, el Reino Unido fue la primera nación en lanzar una estrategia cuántica nacional en 2013, con £1 mil millones detrás de ella. Fue un plan de una década para mover la aguja para la computación cuántica del Reino Unido desde la academia hacia la industria. Apoyó a empresas de capital de riesgo que estaban familiarizadas con deeptech, como Amadeus en Cambridge u Oxford Science Ventures, por mencionar algunas. Esto dio lugar a múltiples empresas derivadas de la computación cuántica que ahora son consideradas líderes globales en todo el espectro de la computación cuántica. Estas empresas han recaudado decenas de millones de libras en rondas de semilla y serie A, emplean a miles de personas en el Reino Unido y están listas para escalar y llevar estas increíbles tecnologías al mercado.
Esto ya está empezando a dar sus frutos. La financiación de capital de riesgo para empresas emergentes de computación cuántica en el Reino Unido y en la región de Europa, Oriente Medio y África (EMEA, por sus siglas en inglés) ha superado significativamente el nivel de capital que fluye hacia el sector desde el otro lado del Atlántico en Estados Unidos. El año pasado, la financiación de VC para empresas emergentes de computación cuántica en EMEA fue más de tres veces mayor que la recaudada en EE. UU. ($781 millones vs $240 millones). Las empresas emergentes de EMEA han obtenido casi dos tercios de los $1.2 mil millones invertidos por los VCs a nivel mundial en el sector en 2023. El interés privado de los inversionistas, la aptitud y el compromiso con el potencial de la computación cuántica en el Reino Unido y en EMEA en general es evidente.
En febrero de 2023, el último gobierno conservador prometió 2.5 mil millones de libras adicionales para apoyar la computación cuántica en el Reino Unido, que se distribuirían estratégicamente durante 10 años. El objetivo de la financiación era lograr cinco “misiones cuánticas” ambiciosas, cada una con potenciales beneficios enormes para la sociedad. Aunque se ha anunciado, aún no se ha desplegado. El gobierno actualmente está llevando a cabo una revisión del gasto de un año y habrá una revisión del gasto plurianual en la primavera.
En este momento, estas empresas líderes a nivel mundial están en busca de financiamiento de series B y C, el conocido punto en el que los fondos del Reino Unido y de Europa tradicionalmente han sido demasiado pequeños para liderar este tipo de rondas. Cuando ocurren grandes avances tecnológicos, tienen el potencial de traer nuevas realidades económicas. Nuevas NVIDIAs y Microsofts de la computación cuántica nacerán, y hoy en día, hay una gran posibilidad de que una o más de estas salga del Reino Unido. Estamos en el punto en el ciclo tecnológico de la computación cuántica donde podríamos ver un crecimiento exponencial pronto, y en la próxima década, cientos de millones en retornos para el Reino Unido, creando un círculo virtuoso de innovación en el proceso. Pero solo si perseveramos en nuestro rumbo.
El nuevo gobierno laborista debe construir sobre los éxitos anteriores y continuar invirtiendo para llevar innovaciones que cambien el mundo a la realidad y escala. No deben reducir una apuesta ganadora solo por el simple hecho de jugar seguro. El gobierno, los inversionistas y los fundadores deben decidir si están invirtiendo para ganar, o simplemente para no perder.
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