La tormenta Boris está azotando las regiones del noreste y central de Italia, días después de causar inundaciones generalizadas en Europa central.
Más de 1.000 residentes en la región nororiental de Emilia Romaña han sido evacuados, mientras que pueblos en la región central de Marcas de Italia reportaron graves inundaciones y disturbios. No hay informes de ningún fallecido.
El jueves, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, anunció 10.000 millones de euros de financiación de la UE para los países afectados.
Von der Leyen hizo el anuncio después de reunirse con los líderes de Polonia, la República Checa, Eslovaquia y Austria para discutir la ayuda para la región inundada.
La reunión se celebró en la ciudad polaca de Wroclaw, en el suroeste de Polonia, que ha estado amenazada por altos niveles de ríos durante días.
Hablando en una conferencia de prensa posterior, Von der Leyen dijo: “Tiempos extraordinarios requieren medidas extraordinarias”.
Sus comentarios llegaron cuando Italia se convirtió en el último país en sufrir la furia de la tormenta Boris, un sistema de baja presión que se extendió por Polonia, la República Checa, Rumania y Austria, provocando al menos 23 muertes.
Las escuelas en Emilia Romaña han cerrado. Algunas carreteras se vieron afectadas por deslizamientos de tierra y el tráfico ferroviario se ha visto gravemente interrumpido.
Las autoridades advirtieron a los residentes que se mantuvieran alejados de sus sótanos y se trasladaran a los pisos superiores de sus hogares.
Las escuelas, bibliotecas y parques fueron cerrados en Ravenna, y la Universidad de Bolonia canceló exámenes y lecciones.
La ciudad de Faenza ha sido la más afectada, con los niveles de los dos ríos que la cruzan aumentando rápidamente durante la noche.
Residentes citados por los medios locales dijeron que tuvieron que abandonar sus hogares en botes en medio de la noche. Los altos niveles de los ríos también han provocado el desbordamiento del sistema de alcantarillado.
Pero las autoridades en la cercana Bolonia dijeron el jueves por la mañana que los niveles de los ríos en la ciudad estaban bajo control, aunque la alerta meteorológica continuará hasta el viernes para la mayor parte de la región. Se han emitido advertencias rojas por inundaciones y deslizamientos de tierra en el este de Emilia Romaña.
Falconara en la costa adriática ha visto 204mm (8 pulgadas) de lluvia desde el miércoles, muy por encima del promedio de septiembre de alrededor de 67mm. Se registraron más de 300mm de lluvia en la región montañosa del Apenino.
La lluvia se aliviará durante el viernes, y el fin de semana parece estar mayormente seco, pero como se ha visto en otras partes de Europa central, el riesgo de inundaciones puede continuar.
Para los residentes de Emilia Romaña, la tormenta Boris recuerda las graves, y mortales, inundaciones que la región enfrentó hace poco más de un año.
En mayo de 2023, 13 personas murieron después de que seis meses de lluvia cayeran en un día y medio, lo que llevó a que más de 20 ríos se desbordaran.
Decenas de miles de personas tuvieron que huir de sus hogares y las inundaciones causaron miles de millones de euros en daños.
Aunque lo peor de la tormenta Boris parece haber pasado en gran parte de la región, los niveles del río Danubio siguen aumentando en Hungría. El primer ministro Víctor Orbán dijo el miércoles que se esperaba que el nivel del agua en Budapest alcanzara su punto máximo el sábado por la tarde o noche, pero que sería más bajo que los niveles récord vistos en 2013.
Los eventos recientes en Europa central encajan con las expectativas de lluvias más extremas en un mundo en calentamiento, aunque todavía no es posible cuantificar exactamente cuánto ha jugado el cambio climático.
Sin embargo, los científicos del clima llevan años advirtiendo sobre eventos de lluvias extremas como estos que ocurren a medida que el planeta se calienta.