La Corte Internacional de Justicia está lista para emitir el viernes su fallo sobre la demanda de Sudáfrica para que Israel suspenda de inmediato su ofensiva militar en Gaza. El fallo es un paso inicial en un caso más amplio sobre si Israel está cometiendo genocidio contra los palestinos en el enclave.
Las decisiones de la corte, el principal órgano judicial de las Naciones Unidas, son vinculantes, pero la corte tiene pocos medios de aplicación. Aún así, un fallo en contra de Israel aumentaría la presión internacional sobre el gobierno del primer ministro Benjamín Netanyahu por la guerra.
Esto es lo que debe saber sobre el fallo.
¿Cuál es el caso?
Este mes, el gobierno sudafricano acusó a Israel en la corte de La Haya de “actos y omisiones” que son “genocidas” contra los palestinos en Gaza. Argumentando ante un panel de 17 jueces, los abogados sudafricanos afirmaron que los líderes y legisladores israelíes habían comunicado en declaraciones públicas su intención de cometer genocidio, lo que sería una violación de la convención de genocidio de la ONU, a la cual Israel es parte.
Sudáfrica presentó como pruebas las palabras de funcionarios israelíes, incluido el ministro de Defensa Yoav Gallant, quien dijo en octubre que Israel impondría un sitio completo en el territorio porque estaba luchando contra “animales humanos”. Un abogado sudafricano mostró a la corte un video de tropas israelíes bailando y cantando que “no hay ciudadanos no involucrados”, argumentando que mostraba que los soldados habían entendido “las palabras incitadoras” de sus líderes.
¿Cuál es la defensa de Israel?
Israel ha negado categóricamente la acusación. Los abogados del país le dijeron a la corte que el ejército israelí había trabajado para preservar la vida civil, dando a los no combatientes dos semanas para abandonar el norte de Gaza antes de la invasión a fines de octubre. También dicen que, después de congelar los envíos de ayuda a Gaza al inicio de la guerra, desde entonces han permitido que se suministre a diario.
Los abogados de Israel dicen que algunas declaraciones incendiarias de líderes israelíes fueron hechas por personas sin poder ejecutivo sobre la campaña militar, o han sido sacadas de contexto. Israel ha desclasificado más de 30 órdenes secretas hechas por líderes del gobierno y militares, que dice muestran los esfuerzos israelíes por limitar el daño a los civiles.
¿Cuál es la importancia del caso?
En cierto nivel, el caso es un ajuste de cuentas legal por la guerra en Gaza, que comenzó cuando Hamás lideró un ataque el 7 de octubre que mató alrededor de 1.200 personas, en su mayoría civiles, según funcionarios israelíes, con alrededor de 240 personas tomadas como rehenes. Israel ha respondido con ataques aéreos y una invasión terrestre que ha matado a más de 25,000 personas en Gaza, según las autoridades sanitarias locales. La ONU dice que alrededor del 70 por ciento de los muertos son mujeres o niños.
Muchos israelíes ven el caso como parte de un esfuerzo que se remonta a décadas para convertir al país en un paria y para exigirle un nivel más alto de escrutinio que a otras naciones. Los líderes israelíes han calificado el caso de absurdo, argumentando que Israel, que fue fundado después de un genocidio de judíos, está luchando contra un enemigo genocida en Hamás, que ha llamado a la destrucción de Israel.
Sin embargo, muchos palestinos ven el caso como una oportunidad rara para someter a Israel a escrutinio. Argumentan que Estados Unidos y otros aliados poderosos han protegido a Israel de rendir cuentas, incluido en el Consejo de Seguridad de la ONU.
¿Qué puede significar un fallo?
No se espera que la corte emita un fallo sobre el cargo de genocidio durante años. La decisión esperada el viernes se refiere a si ordenar “medidas provisionales” que pedirían a Israel tomar medidas proactivas para asegurar que no ocurra genocidio en el futuro, mientras el caso está pendiente, y para detener “daños graves e irreparables” al pueblo palestino.
Debido a que Israel se defendió en la corte, los expertos legales argumentan que podría ser más difícil para el país desestimar cualquier orden judicial. Pero Israel ha ignorado las conclusiones de la corte: en 2004, la corte emitió una opinión no vinculante de que una barrera de seguridad israelí dentro del territorio ocupado de Cisjordania era ilegal y debía ser desmantelada; dos décadas después, el sistema de muros y vallas sigue en pie.