La República Democrática del Congo acusa a Rwanda de falsificar captura de combatientes vinculados al genocidio.

El ejército de la República Democrática del Congo ha acusado a Ruanda de disfrazar a prisioneros con uniformes militares en un esfuerzo por hacerlos pasar por rebeldes recién capturados vinculados al genocidio ruandés. Viene después de que los rebeldes respaldados por Ruanda en el este del Congo dijeron que habían capturado combatientes de las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR) – una milicia fundada por hutus étnicos que participaron en el genocidio de 1994 contra los tutsis de Ruanda. Pero el ejército del Congo dijo que un video supuestamente mostrando la entrega de 20 rebeldes FDLR en un cruce fronterizo estaba “falsificado”. Los combatientes del M23 han estado avanzando a través del este del Congo desde enero, tomando Bukavu y Goma, la ciudad más grande de la región. La lucha ha obligado a unos 500,000 personas de sus hogares, empeorando una crisis humanitaria ya grave, según la ONU. En su declaración, el ejército congolés dijo que el video ruandés era un “incidente falsificado de mal gusto orquestado con el único objetivo de desacreditar a nuestro ejército”. Dijo que Ruanda había tomado antiguos prisioneros de las FDLR y los había vestido con nuevos uniformes militares para afirmar que habían sido recién capturados en Goma. “Esto es parte de la estrategia rwandesa para justificar la invasión de partes del territorio de la RDC”, añadió. Ruanda ha utilizado la presencia de fuerzas FDLR en el este de Congo para justificar su apoyo al M23. El país previamente negó respaldar al M23, pero también ha destacado que debido a la presencia de FDLR en el este del Congo tiene derecho a tomar medidas militares en el este del Congo. Expertos de la ONU han estimado previamente que entre 3,000 y 4,000 tropas ruandesas están en el este del Congo. Los expertos de la ONU también informaron el año pasado que el ejército congolés había estado utilizando varios grupos armados, incluidas las FDLR, como intermediarios en la lucha contra el M23. El genocidio en Ruanda tuvo lugar durante más de 100 días en 1994. La milicia étnica hutu involucrada en la muerte de hasta 800,000 personas – la gran mayoría de la comunidad tutsi – huyó a lo que ahora es la República Democrática del Congo, algunos formando las FDLR. Kagame, quien encabezó la fuerza rebelde tutsi que puso fin a la matanza hace más de tres décadas, ve a esta “milicia genocida” como una amenaza existencial. El jueves, disparos y explosiones sacudieron una concentración de líderes rebeldes en Bukavu, la segunda ciudad más grande del este. Videos mostraron escenas caóticas con cuerpos en las calles después de que la multitud huyera. Los rebeldes tomaron Bukavu de las fuerzas gubernamentales el mes pasado tras su rápido avance por la región. La concentración había sido previamente dirigida por Corneille Nangaa, el jefe de una alianza de grupos rebeldes que incluye al M23. Los rebeldes acusaron al gobierno del presidente del Congo, Félix Tshisekedi, de orquestar el ataque. Sin embargo, Tshisekedi lo atribuyó a “un ejército extranjero” que, según él, operaba en el este. La Unión Africana y la ONU han llamado a un alto el fuego y a que los rebeldes se retiren de las áreas que controlan.

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