(Bloomberg) — La policía de Corea del Sur se dispone a interrogar a figuras clave en la huelga de miles de médicos que se oponen a un plan para aumentar las admisiones en las escuelas de medicina mientras el gobierno prepara castigos para aquellos que desobedezcan las órdenes de regresar al trabajo.
Joo Sooho, un portavoz de la Asociación Médica de Corea, dijo por mensaje de texto que iba a ser interrogado por la policía el miércoles. La policía también ha citado a otros miembros de la KMA, el mayor grupo de presión de médicos del país, para que comparezcan a interrogatorio esta semana, informó la agencia de noticias Yonhap.
El gobierno del presidente Yoon Suk Yeol ha amenazado con revocar las licencias de médicos por liderar una acción laboral que, según dice, viola las leyes médicas. También está considerando suspender las licencias de miles de médicos en formación durante tres meses por desafiar la orden de regresar al trabajo, una medida que podría retrasar sus carreras y afectar sus perspectivas de empleo.
Joo dijo a los reporteros frente a la comisaría de policía que nunca ha alentado la huelga, que se llevó a cabo voluntariamente, según informó Yonhap.
Aproximadamente 7,000 de los 13,000 médicos en formación del país, similares a los médicos residentes, no han regresado al trabajo antes de la fecha límite del gobierno a principios de marzo, según el Ministerio de Salud y Bienestar. La huelga ha provocado una reducción del 50% en las cirugías y una disminución de los niveles de personal en las salas de emergencias, dijo.
El gobierno de Yoon ha dicho que no cederá en su plan de aumentar las admisiones anuales en las escuelas de medicina en 2,000 desde las actuales 3,058 para aliviar la escasez de médicos, una de las más agudas del mundo desarrollado. Argumenta que el número no ha aumentado en casi tres décadas y necesita aumentar para ayudar al país a hacer frente a las necesidades médicas de una población que envejece rápidamente.
La KMA y los médicos en huelga sostienen que el plan de admisión no resolverá problemas fundamentales como la escasez de médicos en áreas con salarios más bajos, una concentración de médicos en áreas urbanas y un sistema de responsabilidad que dicen dificulta que hagan su trabajo de manera efectiva.
Con los médicos y el gobierno en desacuerdo, la huelga podría tomar tiempo en llegar a una resolución. Como medida para llenar los vacíos en el sistema hasta ahora, el gobierno ha abierto salas de emergencia en hospitales militares al público, permitido la telemedicina a nivel nacional y alentado a las personas con enfermedades menores a visitar clínicas locales en sus vecindarios.
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El país está preparado para un escenario en el peor de los casos en el que un gran número de médicos en formación en huelga no regresen al trabajo, dijo el Ministro de Salud y Bienestar Cho KyooHong en una entrevista con Bloomberg News el martes, sin entrar en detalles sobre planes de contingencia.
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