El la ONU dice que la situación humanitaria en Líbano ahora es incluso peor que durante la última guerra contra Israel hace 18 años atrás.
La situación humanitaria en Líbano ha alcanzado niveles que superan la gravedad de la guerra de 2006″, dijo la oficina de ayuda de emergencia de la ONU OCHA el domingo.
“La situación ha escalado nuevamente en los últimos días, con el ejército israelí emitiendo órdenes de desplazamiento para los residentes de Baalbek y Nabatieh, poco antes de que los ataques aéreos apuntaran a estos lugares.”
La oficina dijo que el daño a la población se ha “exacerbado por la destrucción de infraestructuras críticas, incluida la atención sanitaria, con muchos hospitales abrumados y reportando urgentemente la necesidad de donaciones de sangre para hacer frente al crítico flujo de víctimas.”
La guerra actual entre Israel y Hezbollah comenzó el 8 de octubre del año pasado con ataques de cohetes por parte de la milicia chiita libanesa en apoyo al movimiento islamista Hamas en la Franja de Gaza, que había lanzado la guerra de Gaza con su ataque terrorista a Israel el día anterior.
Casi 3,000 personas han muerto en Líbano desde entonces y otras 13,300 han resultado heridas, según informes oficiales. El Ministerio de Salud no distingue entre civiles y miembros de Hezbollah en sus listas.
Entre los muertos también hay alrededor de 180 menores y 600 mujeres. En su último informe, OCHA enfatizó que más de 11,000 mujeres embarazadas han sido afectadas por la guerra, incluidas 1,300 que tuvieron que dar a luz en un sistema de salud al borde del colapso.
El Coordinador Humanitario para Líbano, Imran Riza, condenó los ataques a civiles e infraestructuras, pidiendo “un cese inmediato de las hostilidades para proteger a las poblaciones vulnerables.”
Patricia, una trabajadora migrante de Sierra Leona, que huyó de la ciudad portuaria meridional libanesa de Tiro, baja la ropa en un almacén convertido en un refugio para trabajadores migrantes desplazados en Beirut. Al menos 200 trabajadores migrantes, todos de origen africano, quedaron sin hogar y sin pasaportes por parte de sus empleadores al huir del conflicto en curso entre Israel y Hezbollah proiraní. Marwan Naamani/dpa