La Navidad llega temprano para Maduro, pero la alegría es limitada en una Venezuela problemática.

La comunidad internacional y la mayor parte de la población del país podrían estar en un alboroto en medio de las acusaciones de que robó las elecciones presidenciales de julio, pero para el dictador Nicolás Maduro la Navidad ha llegado temprano en Venezuela, tanto que tiene como objetivo decretar su comienzo formal para el primero de octubre.

“Septiembre está llegando y ya dije que huele a Navidad”, recordó Maduro a principios de esta semana en la televisión estatal. “Y por eso, y como homenaje a todos ustedes, ¡voy a decretar el inicio temprano de la Navidad para el primero de octubre para todos! ¡La Navidad ha llegado, trayendo paz, felicidad y seguridad para todos!”, declaró.

Maduro hizo el anuncio en medio de una ola de represión que ya ha visto a casi 2,000 manifestantes encarcelados, incluidos asistentes a los líderes de la oposición María Corina Machado y Edmundo González, pero también un número alarmante de adolescentes que fueron arrestados por protestar contra los resultados anunciados de la elección presidencial del 28 de julio.

Solo horas antes de que Maduro anunciara su decisión de adelantar el inicio de las festividades religiosas, lo que en cierto sentido haría que duraran unos tres meses, su régimen había formalizado la orden de arresto para González, el candidato presidencial de la oposición, que un número creciente de naciones cree que fue el verdadero ganador de la votación de julio.

Pero no es la primera vez que el déspota socialista decide adelantar el comienzo de la temporada de vacaciones en Venezuela. Lo había hecho en 2019, cuando adelantó su inicio para el 1 de noviembre, en un intento por sofocar la agitación en torno a las medidas de control del coronavirus, las marchas lideradas por el líder de la oposición Juan Guaidó y una profunda crisis humanitaria causada por el colapso de la economía.

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Las vacaciones de Navidad han sido tradicionalmente una larga celebración para los venezolanos, que se tomarían tres semanas o incluso todo diciembre para relajarse, festejar y pasar tiempo con la familia y seres queridos. Pero pocos están actualmente en posición de tomarse tres meses libres para disfrutar de unas vacaciones, ya que la mayoría de las personas se encuentran luchando por llegar a fin de mes mientras viven dentro de una economía fallida. Por lo tanto, es probable que el anuncio solo signifique que las oficinas gubernamentales recibirán órdenes de comenzar la decoración navideña temprano.

El martes, la Conferencia Episcopal Venezolana, los máximos representantes de la Iglesia Católica en el país, dijo que encontraron el anuncio de mal gusto.

“La Navidad es una celebración de carácter universal. La forma y tiempo de su celebración es responsabilidad de la autoridad eclesiástica. Esta festividad no debe ser utilizada con fines propagandísticos o políticos particulares”, dijo la conferencia en un comunicado publicado en Instagram.