PARÍS (AP) — Un prisionero apodado “El Mosca” se ha vuelto tristemente célebre en Francia de la noche a la mañana después de una valiente y sangrienta fuga de un convoy de prisiones en Normandía que dejó a dos guardias muertos.
Mohamed Amra, de 30 años, tiene un historial criminal largo y violento que ahora ha culminado en una búsqueda de alto perfil.
Conocido como “La Mosca”, Amra también ha sido referido por otros alias como “Yanis”, “Momo” y “Schtroumpf” (Pitufo). Según los medios franceses, estos apodos reflejan su naturaleza escurridiza y sus extensivas actividades.
Amra nació el 10 de marzo de 1994 en Rouen, una ciudad portuaria en el río Sena. Su adolescencia fue colorida, marcada por tempranos encuentros con la ley. Sus primeras ofensas ocurrieron entre las edades de 11 a 14, involucrando violencia, robo y extorsión, según el fiscal público de París. Creciendo en un entorno problemático en Normandía, rápidamente se vio envuelto en una vida criminal.
A los 15 años, Amra ya era infame entre las fuerzas del orden locales. Recientemente condenado por robo por el tribunal judicial de Évreux el 10 de mayo, también está bajo investigación por un intento de homicidio organizado en Saint-Étienne-du-Rouvray y un secuestro que resultó en muerte. La fiscal pública de París, Laure Beccuau, declaró que Amra tenía conexiones significativas con los sindicatos del crimen organizado de Marsella y era sospechoso de dirigir una red de tráfico de drogas.
Fue detenido recientemente en el centro penitenciario de Val de Reuil cerca de Rouen después de su reciente condena por robo. Anteriormente, estuvo encarcelado en la prisión de La Santé en París y en Les Baumettes en Marsella. A pesar de no ser clasificado como un recluso de alto nivel de riesgo, requirió alta seguridad durante sus traslados, lo que recientemente se incrementó a cinco, según funcionarios.
Días antes de su fuga el martes, Amra intentó serrar las barras de su celda, lo que llevó a su aislamiento, según funcionarios. Los guardias descubrieron que estaba usando cinta adhesiva para ocultar sus acciones, según informes de los medios franceses.
El extenso historial criminal de Amra se lee como una novela oscura ─ violencia armada, extorsión, tráfico de drogas y crimen organizado. Ha sido descrito como “versátil y oportunista” por la policía, participando en una variedad de actividades criminales para aumentar sus ingresos. Esto incluye, según Le Monde, orquestar secuestros y extorsiones desde su celda utilizando aplicaciones de mensajería encriptada como Signal.
La fuga de Amra y su historial violento lo han convertido en un símbolo de los desafíos que enfrenta la policía francesa al combatir el crimen organizado y garantizar la seguridad de prisioneros de alto riesgo. La búsqueda nacional de “El Mosca” continúa mientras las autoridades siguen decididas a devolverlo a custodia y llevar a los agresores ante la justicia.