Cientos de sudafricanos se han presentado en la feria de empleo, con sus CV y certificados escolares en mano, esperando que puedan obtener su gran oportunidad.
Las colas son largas. Muchos parecen ansiosos.
Olviden la alta política y las travesuras bajas que juegan los líderes del país antes de las elecciones generales del 29 de mayo, la feria de empleo organizada por el gobierno en Umlazi, Durban, es donde se muestra uno de los principales problemas en las mentes de las personas comunes.
Sudáfrica enfrenta niveles de desempleo devastadoramente altos, con las últimas cifras de desempleo aumentando ligeramente al 33%: clasificado por el Banco Mundial como el peor de cualquier nación. Entre los jóvenes, es aún mayor, llegando al 46%.
Esto también podría explicar por qué no todos tienen mucho entusiasmo por las elecciones.
A los 37 años, Mondli Magwaza dice que nunca ha sido empleada y busca cualquier trabajo “porque estoy desesperada”.
Ella está entre aquellos que han decidido que no votarán por el gobernante Congreso Nacional Africano esta vez.
Zara, de 44 años, acaba de ser despedida. No tiene palabras amables para el ANC, un partido por el que siempre ha votado después de liderar la campaña contra el gobierno de minoría blanca.
“Promesas vacías. Me siento muy mal”.
El ANC enfrenta su prueba más dura desde que ganó las primeras elecciones democráticas del país en 1994, ya que las encuestas de opinión indican que su participación en el voto puede caer por debajo del 50% por primera vez.
El estado de la economía es sin duda una de las cosas que ha hecho que la gente considere alternativas políticas.